Cobrar por el equipaje de mano ¿la tendencia que llega?

¿Cree que, para las empresas turísticas en general y las aerolíneas en particular, este es un buen momento para acometer planes de crecimiento en Europa, teniendo en cuenta la situación económica política, la amenaza terrorista...?

Es cierto que vivimos en un momento en que los factores externos nos están golpeando directamente. De hecho, cada año tenemos algo ocurriendo en el mundo que nos afecta. En 2015 sufrimos los atentados terroristas en París; en los años anteriores fueron las primaveras árabes; antes fue la epidemia del SARS… Pero en cualquier caso, no somos la única aerolínea con planes de crecimiento en Europa.

¿A qué obedecen entonces esos planes de expansión?

Sabemos que el único segmento que crece es la demanda para viajes de ocio en aerolíneas low cost. Así que el grupo Air France-KLM tomó la decisión de ir más allá para aprovechar esta tendencia. Este año, por ejemplo, hemos crecido en un 25% en capacidad y hemos logrado transportar un 25% más de pasajeros. Por tanto, estamos añadiendo más capacidad y al mismo tiempo estamos logrando que nuestros aviones vayan ocupados.

¿Entonces el segmento low cost es el triunfador en los momentos actuales?

El low cost trae al mercado tarifas bajas, lo que está creando demanda. Hay mucha gente que no tiene previsto salir de viaje, pero cuando veo esos precios se anima a viajar y dice ¿por qué no?. Es decir, es más fácil que nunca viajar

Por tanto, ¿cree usted que el factor precio puede incluso vencer las reticencias a viajar a pesar la amenaza terrorista?

Desde luego. Además de las aerolíneas low cost, el consumidor también encuentra ahora en el mercado operadores como Booking.com, Airbnb... Todos hacemos que reservar un viaje de fin de semana dentro de Europa sea más fácil y barato.

Sin embargo, tras los atentados de París en noviembre de 2015, la demanda de viajes hacia la capital francesa se desplomó...

En ese caso concreto, pudimos ver efectivamente un impacto en las semanas que siguieron a los atentados. Pero un tiempo después los viajeros han vuelto a París. Es decir, en el corto plazo hay un impacto claro, pero a medio y largo plazo la ciudad sigue siendo atractiva para muchísimos turistas europeos, sobre sobre todo para el segmento de los city breaks.

Pero los hoteles de París han notado una caída de la ocupación

No soy experto en la industria hotelera, pero el impacto se ha notado más en los establecimientos de alta gama, que se dirigen a viajeros que pueden elegir múltiples destinos en cualquier lugar del mundo... Y quizá algunos de ellos han elegido otros destinos diferentes. Pero el resto del mercado se ha reactivado gracias a los nuevos operadores que están añadiendo más plazas de alojamiento con precios más económicos.

¿Así pues, ustedes como aerolínea low cost que vuela a París ya no notan los efectos de los atentados de noviembre de 2015?

En nuestro caso, no. Pero en el grupo Air France-KLM sí que ha habido un impacto en lo que se refiere a la demanda desde China, donde los consumidores tienen una información diferente de lo que sucede en Europa.

Hervé Kozar, director de Transavia.

Hábleme del crecimiento que prevén para el año que viene

Para el verano de 2017 vamos a elevar la capacidad en un 9% para España . Viendo los resultados de 2016, tenemos buenas razones para creer en el potencial de crecimiento de España, que de hecho es el principal mercado para Transavia.

¿Y cómo prevén cerrar 2016?

Con un total de 40 millones de pasajeros en toda nuestra red, lo que significará un crecimiento del 25%. Este verano, el crecimiento en España fue del 20%.

¿Pero no cree que existe una demanda artificial hacia España debido a todos los problemas que suceden en otros países?

Es una cuestión difícil de responder… Pero lo cierto es que hemos visto un claro cambio en la demanda. Transavia era muy fuerte volando a Túnez, Egipto y Turquía, mercados que a día de hoy no están completamente cerrados pero que se han hecho muy pequeños en nuestra red.

¿Y dónde se ha desviado la demanda?

Además de España, hemos visto el cambio en la demanda hacia Portugal, un país que está siendo redescubierto por los franceses, y Grecia.

¿Qué previsiones están manejando para 2017?

La tendencia es buena para el primer trimestre. Por ejemplo, si para España hemos añadido un 9% de capacidad para el verano, estamos registrando un aumento de la demanda similar. Es una buena señal.

A pesar de esas buenas previsiones, la volatilidad está muy presente hoy en día, todo puede cambiar en cualquier momento ¿Cómo les afecta la coyuntura actual a la hora de planificar rutas aéreas?

Es cierto. Vivimos tiempos muy volátiles. Eso quiere decir que tenemos que hacer algunas apuestas por determinada rutas nuevas. Pero también debemos contar con un plan B en caso de que la demanda finalmente no esté ahí. Por tanto, tenemos que ser mucho más reactivos que antes, especialmente la industria low cost. Creo que la clave es no esperar demasiado tiempo antes de tomar decisiones si hay algo que no está funcionando, y por tanto redistribuir la capacidad a otros destinos.

¿Por tanto lo ideal es tener muchísima flexibilidad?

Sí, desde luego. Pero por otra parte, si decides cerrar una ruta en algún destino nuevo donde has comenzado hace poco, el problema te lo encontrarás al cabo de un año o dos cuando quieras regresar. Será muy complicado pues habrás dejado algunos daños en ese mercado.

Por tanto la flexibilidad es clave, sí, pero no puedes volar un mes y dejar de volar al siguiente, debido a que el período de reservas es bastante amplio. Necesitas varios meses para comprobar si una ruta funciona o no. Pero en cualquier caso, las compañías low cost son más flexibles que las tradicionales, está en nuestro ADN.

Hablemos de tendencias. Una importante aerolínea estadounidense comenzará a cobrar por llevar una maleta de cabina a bordo. ¿Se plantean ustedes una medida similar?

Es una cuestión interesante... ¿Tiene valor para determinados clientes el hecho de poder llevar su equipaje de mano en la cabina, en lugar de la bodega? Creo que sí, siempre que puedas garantizar a ese pasajero que podrá llevar consigo su maleta dentro de la cabina. Al fin y al cabo, llevar la maleta en cabina permite al pasajero ahorrar tiempo.

¿Entonces ven viable esta medida?

No lo tenemos previsto, pero entendemos la filosofía de la medida. Para mí, poder llevar una maleta en la cabina representa un servicio adicional. Por otra parte, muy a menudo lo que ocurre en la industria aérea de Estados Unidos anticipa lo que llegará a Europa. Si el pasajero ve esto como un servicio adicional ¿Por qué no cobrar por ello?