Ryanair: el negocio es el tiempo
No se limpian los lavabos ni se revisa el equipo de emergencia
Publicada 14/01/13Ryanair ha protagonizado el estreno del programa "Equipo de investigación" de La Sexta. Seis vídeos que una vez más dejan al descubierto los métodos cuestionables de esta aerolínea, la presión a la que somete a sus trabajadores y clientes y los problemas de seguridad que su modo de funcionar generan.
Según se muestra en el programa de La Sexta, Ryanair ofrece un puesto de auxiliar de vuelo en internet y comprueban que contrata a través de una agencia de trabajo temporal, la misma en al menos 15 ciudades europeas, entre ellas Madrid. A los aspirantes se les cita en un hotel cercano al aeropuerto. A ellas se les exige que acudan con falda hasta la rodilla, y ellos, con pantalones formales.
La compañía, según el programa, ofrece un contrato de prueba el primer año. Un candidato habla sobre el sueldo: “No hay un sueldo base, depende de las horas. También nos han dicho que trabajas nueve meses y los otros tres meses no los pagan. La media es unos 1.200 euros al mes. Además, tienes que pagarte los gastos el uniforme: 350 euros el primer año".
Las pruebas consisten en un test escrito de inglés. Después, un curso de formación de seis semanas, que cuesta 2.500 euros, es la única aerolínea que lo cobra. Ryanair no permite grabar el curso de formación que imparte a sus auxiliares de vuelo. Hace dos años, un programa de televisión inglés infiltró a dos periodistas. La cámara oculta revela las instrucciones precisas que reciben sus trabajadores: “Sólo estamos 25 minutos en tierra, y los lavabos no se limpian. Un avión en tierra no da dinero”, como publicó HOSTELTUR noticias turismo y puede ver en Ryanair, la cara oculta del low cost.
Ryanair ahorra dinero con la consigna del ahorro de tiempo. Según se muestra en el programa "mientras los pasajeros hacen cola para facturar, toda la tripulación debe preparar el vuelo. Las compañías tradicionales tardan entre 40 o 45 minutos en la operación de tránsito. Ryanair emplea entre 20 y 25 minutos. La cámara oculta demuestra que Ryanair impone a sus auxiliares unos tiempos muy cortos desde el momento mismo del embarque: “Comprueba únicamente el número de vuelo. No mires los pasaportes”.
Como sigue narrando La Sexta, cuando suben al avión, los auxiliares de Ryanair se tienen que encargar personalmente de una limpieza rápida, mientras que en otras compañías se emplea un equipo específico para garantizar la limpieza a los pasajeros del vuelo siguiente.
Lo mismo ocurre con la seguridad. Los auxiliares están obligados a chequear el equipo de emergencia antes de que suban los pasajeros: "Si pagas un penique por el billete, no esperes encontrar chaleco salvavidas bajo el asiento. No te da tiempo de revisar y comprobar que todo está bien. Esto es Ryanair”.
Un comandante en activo de Ryanair asegura al programa que la compañía les obliga a participar en una competición por el ahorro de combustible: “Tienen es una liguilla de combustible, y los pilotos que utilizan la menor cantidad de combustible están en la parte superior y los que supuestamente utilizan demasiado están en la parte inferior. Hay un incentivo para intentar estar en la parte superior de la lista y te presionan si creen que estas quemando demasiado combustible”.
El sindicato de pilotos irlandeses ya ha llevado a los tribunales a Ryanair. Advierten que sus métodos comprometen la seguridad de los pasajeros: “Los incidentes en Madrid con el combustible fue sólo la punta de un iceberg muy grande, es un síntoma muy pequeño del problema que es mucho más grande".
El relato del programa que hace La Sexta concluye con que "hace tres años, los pilotos españoles alertaron a los Ministerios de Fomento, Economía e Industria. Ya entonces avisaron de que Ryanair racionaba la reserva de combustible en un momento en el que el precio del petróleo no dejaba de subir. Los trabajadores aseguran, están muy presionados: “Primero, impiden que los pilotos se afilien. En segundo lugar utiliza unas formas de contratación que son normalmente a través de intermediarios. Se les paga por las horas que vuelan, básicamente. Eso significa: si vuelas cobras, si no vuelas no cobras". La respuesta de los tres ministerios fue prácticamente nula. Estamos hablando de una época en la que Ryanair era muy atractiva, especialmente para las administraciones locales, para las autonomías, para distintos ayuntamientos, porque proporcionaban pasajeros a aeropuertos que de otra manera no tendrían servicios".
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