Un futuro turístico para las aldeas abandonadas en España

Ayer, en muchos medios de comunicación, aparecía una noticia que me sorprendió, no por su originalidad sino, por la repercusión que había tenido en los “mass media”. Una aldea llamada Courbefy, situada al Oeste de Francia, se vende por 330.000 euros y se promociona internacionalmente, en medios de EEUU, Reino Unido, Italia, Alemania… etc.

En España hay miles de pueblos abandonados, como bien se indica en la web http://www.pueblosabandonados.es/ que, al parecer, ha tenido la misma suerte que sus protagonistas puesto que parece que desde 2010 no tiene mucho movimiento.

Mi asombro, se convierte en admiración hacia los franceses cuando observo cómo han conseguido mostrar su aldea abandonada al mundo. Una aldea, aunque con características similares a las existentes en nuestro país, más cara que muchas de las que ofrecemos en España dónde oscilan entre los 170.000 y 200.000€. Ejemplos como el de Oteruelo de Ocón, pueblo abandonado puesto en venta en 2008 por 176.000, ilustran esta afirmación.

Desde el punto de vista turístico, estas poblaciones suponen una oportunidad poco explotada en nuestro país y sólo aplicada ocasionalmente en aldeas como Couso Galán (http://www.cousogalan.com) en Orense.

En Italia esta idea se ha materializado en una asociación “Associazione nazionale Alberghi diffusi” (http://www.albergodiffuso.com ) galardonada en 2010 con el World Travel Market Global Award. En esta página se pueden observar cifras muy positivas sobre esta tipología de alojamientos, indicando un incremento del 13% en el número de visitas en verano de 2011.

En un momento dónde la innovación turística para poder salir de esta crisis está en boca de todos, ¿no sería una buena idea impulsar este modelo de negocio? Por qué no aprender de nuestros vecinos franceses, en vez de entrar en polémicas de Estado que lo único que consiguen es dar publicidad y promocionar un espectáculo de humor algo soez sobre nuestros deportistas.

APROVECHEMOS LAS FORTALEZAS DE NUESTROS COMPETIDORES

Dedicado a Mica por nuestro periplo investigador por los pueblos abandonados