España se encuentra entre los países del Mundo que más turismo sexual practica con menores, especialmente en Latinoamérica, denuncia Save The Children en un informe presentado ayer jueves durante unas jornadas centradas en el abuso sexual a menores y organizadas por esta ONG en Madrid.
España se encuentra entre los países del Mundo que más turismo sexual practica con menores, especialmente en Latinoamérica, denuncia Save The Children en un informe presentado ayer jueves durante unas jornadas centradas en el abuso sexual a menores y organizadas por esta ONG en Madrid.
En relación a los españoles, el informe asegura que en el año 2001 entre 30.000 y 35.000 españoles viajaron a Latinoamérica expresamente para tener relaciones sexuales con niños. Los lugares preferidos de destino son zonas donde la pobreza y el desempleo están a la orden del día como el Caribe, el sudeste Asiático, África o Centroamérica y uno de los motivos por los que estos turistas sexuales prefieren a los menores de edad es por la amenaza del SIDA. En cuanto al abuso sexual en España, casi la mitad de los menores que son víctimas tienen menos de 12 años y el 90% de los agresores son varones. En cuanto a la desaparición de menores, esta ONG asegura que en el año 2002 hubo 8.401 denuncias sobre desaparición de niños y niñas en España. La explotación sexual infantil es un tipo de abuso sexual en la que el abusador busca un beneficio económico y que engloba formas como el tráfico de menores, la prostitución, el turismo sexual o la pornografía infantiles. "Más de 5.000 niños y niñas españoles están atrapados en redes de prostitución", afirma Save The Children tras asegurar que el 22% de las prostitutas en España confiesa que empezaron en la prostitución cuando eran niñas. Save the Children ofreció datos de Interior sobre denuncias en 2002 por temas de explotación sexual infantil, 323, de ellas 274 ante la Guardia Civil y 49 ante la policía nacional. Aunque la prostitución infantil se esconde mucho más que la de adultos, sigue siendo posible acceder a ella para quienes la buscan y el miedo, las drogas o las carencias económicas suelen ser algunos elementos que la acompañan. En su informe, la citada ONG recuerda también que el turismo sexual es otra de las formas de explotación sexual infantil en crecimiento y que 600 millones de personas, generalmente de países desarrollados, realizan viajes internacionales. De ellos, el 3% (3.552.000) reconoce tendencias pedófilas. Los principales países de procedencia de los turistas sexuales son Francia, España, Italia, Alemania y Bélgica.
Según el citado estudio, Internet es el principal medio de difusión de la pornografía infantil, debido al anonimato y a su accesibilidad. De hecho, la mitad de los delitos que se comenten en la red está relacionado con pornografía de menores y se estima que en el mundo existen cuatro millones de zonas de Internet que contienen material de sexo con menores. Sin embargo, aunque es el principal medio, a él también se unen otras formas complementarias como fotografías, pornografía escrita, a través del teléfono o vídeos (sólo en Madrid se han descubierto al menos cuatro videoclubes que ofrecen películas pornográficas con menores). "La avalancha de estos datos y cifras alarmantes y su escasa repercusión en los tribunales (en el año 2000, según los Cuerpos de Seguridad del Estado, sólo se produjeron 28 denuncias por coacción a la prostitución, 103 por corrupción de menores o discapacitados y 56 por pornografía infantil) demuestran que se necesita un cambio". Por eso, desde Save The Children se apuesta por establecer un Centro de Evaluación y Tratamiento para víctimas y agresores en cada Comunidad Autónoma, por formar a los profesionales del ámbito judicial, dar prioridad a los juicios con niños y tomar declaración al menor como prueba preconstituida. El informe de Save The Children concluye señalando que aunque las estadísticas revelan datos alarmantes, es muy difícil cuantificar un mundo que trabaja en la sombra y del que se desconoce el grueso total de vidas que mueve, entre otras cosas porque un capítulo aparte merecen los niños desaparecidos, muchos bajo el poder de estas redes de explotación sexual. Así, y según indica la ONG, las estadísticas facilitadas por el Ministerio del Interior revelan que en el 2001 se produjeron 8.951 denuncias por desaparición de menores. Algo más de la mitad (4.852) eran varones. El año siguiente el número de denuncias descendió para situarse en 8.401 y "sorprende -afirman- que en 2002 la balanza se inclinase y se produjesen más desapariciones de niñas (4.261)". Entre las formas de desaparición de menores están la fuga voluntaria, el tráfico de menores, o el secuestro por parte de parientes. Respecto a éste último, se contabilizaron ese año en España 114 casos de menores secuestrados por uno de sus padres. Las recomendaciones de Save The Children sobre los casos de menores desaparecidos pasa por la creación de Centro Nacional de Desaparecidos que coordine los departamentos competentes y elabore estadísticas fiables y la constitución de un Fondo de gastos para ayudar a que los padres puedan recuperar a sus hijos en el extranjero.
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