El coste total por la apertura de la nueva Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas ha sido de 6.185 millones de euros, 2.000 millones más de las previsiones iniciales, debido a las expropiaciones y los intereses de la demora en los pagos, según el presidente de AENA, Manuel Azuaga.
Azuaga precisó esta información durante su comparecencia en la Comisión de Fomento y Vivienda del Congreso, donde hizo un balance de lo que ha supuesto la puesta en marcha de la T4, cuyo funcionamiento en la actualidad calificó de "absolutamente normal", tras los fallos de la inauguración.
Azuaga señaló que la experiencia de Barajas servirá para facilitar los trabajos de la nueva terminal de El Prat, cuya inversión final "podría rondar los 5.500 millones de euros", lo que supone una cantidad inferior en 500 millones a lo previsto inicialmente.
Según destacó, desde la inauguración hace 43 días de la T4, el tráfico aéreo del aeropuerto madrileño ha crecido un 4,1%, hasta los 4,7 millones de viajeros, con respecto al mismo período de 2005, de los que 2,8 millones, es decir, el 59,9%, han utilizado la nueva terminal. La media de utilización ha sido de 66.664 pasajeros diarios y el total de aeronaves que han operado se ha incrementado un 2,8%, hasta las 49.522. De ellas, el 58,7% lo hizo en la T4 y Satélite. La media de operaciones diarias ha sido de 677.
En referencia a los fallos que se produjeron durante los primeros días de su funcionamiento, Azuaga los atribuyó a "los problemas de adaptación que supuso poner en marcha una gran ciudad aeroportuaria" en la que, sólo el primer día, hubo más de 600 vuelos y un tráfico de 62.000 pasajeros.
El sistema automatizado de transporte de equipajes SATE funcionó "a pesar de procesar más de 22.500 maletas el primer día" y en cuanto a la entrega de equipajes, donde se produjo una manipulación errónea, Azuaga lo justificó por el "sobre esfuerzo" de los trabajadores para familiarizarse con el nuevo entorno operativo, dando esa explicación a las pérdidas de equipaje que han sido denunciadas.
Reiteró sus disculpas a los usuarios y recordó, no obstante, que los problemas se produjeron sólo los primeros días y "no hubo un solo incidente en materia de seguridad". En el SATE trabajan 110 personas más de lo que "en teoría" especificaba el contrato con Siemens, personal que seguirá trabajando en la T4 "mientras yo sea presidente".
Explicó que el nuevo aeropuerto que se construirá en Campo Real no será sustituto de Barajas, sino complementario, ya que "no sería normal, tras la inversión realizada, buscar el cierre de Barajas de aquí a 2020".
Con respecto al impacto medioambiental, dijo que existe un plan de aislamiento acústico para 13.600 viviendas de 12 municipios de los que ya se han realizado una gran parte.
En cuanto a la firma del Estatuto de Cataluña en relación con los aeropuertos, Azuaga dijo: "mi obligación es gestionar la empresa al servicio de la decisión del Parlamento. Si éste decide optar por la descentralización, yo estaría al frente de esa gestión".
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