La Federación Internacional de Turoperadores (IFTO) ha confirmado la debilidad del mercado turístico para 2001 aunque confía en las ventas realizadas en el Reino Unido la primera semana de enero y en que el efecto del combustible beneficie a Baleares.
La Federación Internacional de Turoperadores (IFTO) ha confirmado la debilidad del mercado turístico para 2001 aunque confía en las ventas realizadas en el Reino Unido la primera semana de enero y en que el efecto del combustible beneficie a Baleares.
El presidente de IFTO, Martin Brackenbury, ha señalado en Palma de Mallorca que los consumidores británicos y en general Europa tiene falta de «confianza» sobre la situación económica del 2001 por la atonía del impulso de la locomotora norteamericana. «Cuando Estados Unidos coge una gripe, en el Reino Unido pillamos una neumonía», afirma gráficamente Brackenbury, que espera que los «antibióticos» económicos sean los correctos y no se extienda el problema.
«Miramos hacia el Reino Unido y vemos que la confianza va a ser menor este año entre los consumidores y eso va a hacer pensar a la gente: deberíamos gastar dinero o ahorrarlo», comenta. Esto afecta siempre al turismo emisor.
Hay una variante, sin embargo, que puede beneficiar a las Islas: el incremento del coste del combustible que, a pesar de los sobresaltos de 2000, parece haberse contenido.
En cuanto al mercado alemán, el primero en número de turistas en las Islas, Brackenbury comenta que el sector emisor germano no se ha beneficiado de la fortaleza de la libra, que ha permitido a los operadores británicos tener un menor impacto durante el 2000 en relación a dos incrementos de costes. «Si en Alemania tienes un aumento de los precios en pesetas se traslada directamente a marcos», indica.
«Creo que el mercado alemán será como en el pasado muy estable».
En cuanto a la ecotasa, recalca que es un tema interno de Baleares y que la decisión corresponde a las autoridades de las Islas pero «vemos que las propuestas actuales son discriminatorias contra los hoteles» y por ello piensa que «no es razonable».
«La razón por la que pensamos que es particularmente dañina para los hoteles es que si se añade como un extra en los hoteles tendrán menos ocupación y si absorben su coste tendrán menos ingresos». En otras palabras, comenta, los hoteleros recortarán beneficios. Los que pagarán, dice Brackenbury, no serán los clientes sino los hoteles. Si los hoteleros tienen inversiones en otros destinos turísticos en España y no se aplica en otras zonas, «harán más dinero en otras partes de España y harán sus inversiones allí, no en Baleares». Con el tiempo, el impacto de la ecotasa, asegura, será la reducción de la inversión y de la calidad que llega al cliente, «que es lo contrario de los objetivos que tienen ustedes en Baleares». (El Día de Baleares-El Mundo)
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.