La Conselleria de Turisme anunció ayer que incoaría dos expedientes administrativos contra el Hotel Tívoli, derrumbado el pasado viernes y en el que fallecieron dos personas.
La Conselleria de Turisme anunció ayer que incoaría dos expedientes administrativos contra el Hotel Tívoli, derrumbado el pasado viernes y en el que fallecieron dos personas. El primero de dichos expedientes estaría dirigido a la empresa promotora -Tívoli S.L.- motivado por haber iniciado las obras sin el permiso de Turisme. El segundo expediente estaría destinado tanto a la empresa Sun Club como al turoperador Neckermann por publicidad engañosa. Concretamente, por anunciar plazas y alojamiento a través de Internet en el Hotel Tívoli para el verano. Algo que, evidentemente, no existía aún. El mayorista alemán anunciaba en la red el Hotel Tívoli, dirigido principalmente a potenciales clientes europeos, como «un establecimiento hotelero de tres estrellas con piscina incluida». Sin embargo, el antiguo Hotel Tívoli no superó en ningún caso, a lo largo de su dilatada trayectoria, la calificación de una estrella. El hotel Sun Club Tívoli se presenta en la página web del mayorista alemán para el próximo verano como si estuviera reformado «íntegramente en el año 2000». «Todas las habitaciones disponen de teléfono, caja fuerte (alquiler), baño o ducha, secador de pelo, lavabo y balcón». El establecimiento cuenta con un total de 55 habitaciones y «nos facilita el poder ofrecerle un trato familiar».
El conseller de Turisme, Celestí Alomar, aprovechó la ocasión para anunciar públicamente el adelanto de la campaña de inspección de edificios dados de baja temporal o definitiva. El objetivo es que se hayan realizados todas las inspecciones antes del inicio de la temporada turística, para garantizar que este tipo de establecimientos no tengan otro uso al autorizado. El gerente de Tívoli S.L., Josep Forteza. afirmó, por su parte, que el permiso a la Conselleria de Turisme no había sido solicitado porque aún no había decidido cuál sería el destino último de las obras de reforma y ampliación del inmueble: la construcción de viviendas o la creación de un nuevo establecimiento hotelero. El antiguo Hotel Tívoli fue dado de baja temporal en el año 1992. No obstante, estuvo más de una década deshabitado y se convirtió en refugio eventual de familias okupas, en su mayoría de etnia gitana. El presidente de la Federación Balear de Hoteleros, Pere Cañellas, respaldó las inspecciones tanto de establecimientos hoteleros como de cualquier otro tipo de edificios. «La Administración debe actuar, pero no sólo se debe hablar de hoteles, sino de todos los edificios donde se vulneren las normas de seguridad», puntualizó. (Diario El Mundo-El Día de Baleares)
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.