El Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares (COAB) reclama desde julio de 1992 la realización de una inspección técnica de hoteles que estudie las estructuras de los mismos, propuesta que no fue escuchada por el conseller de dicha etapa, Jaume Cladera ni por los que le han seguido en el cargo.
El Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares (COAB) reclama desde julio de 1992 la realización de una inspección técnica de hoteles que estudie las estructuras de los mismos, propuesta que no fue escuchada por el conseller de dicha etapa, Jaume Cladera ni por los que le han seguido en el cargo. La iniciativa venía no era nueva, pues desde 1991 el que era director del departamento de la Vivienda, Pedro Palmer, propuso un sistema de análisis y estudios preventivos para detectar el problema de la aluminosis, lo que tuvo la oposición de los hoteleros. Entonces se afirmó que era por la cercanía de la temporada turística. Tanto Palmer como el COAB intentaban paliar la falta de contenido sobre revisión de estructuras edificatorias de la Ley 31/1990 que regula el Plan de Modernización de Alojamientos Turísticos, uno de los llamados "decretos Cladera". Sería con Joan Flaquer como conseller, cuando el proyecto de revisión parecía que podría ser una realidad. Había un nuevo detonante, el derrumbe del Hostal San Telmo en junio de 1994. Bajo la dirección general de Tomeu Sbert se llegó a convocar al colegio y a Urbanismo para tratar del tema de la revisión de las estructuras, especialmente por la preocupación del efecto de la aluminosis. Parecía que por fin los hoteles iban a pasar una revisión a fondo que les daría un certificado tipo "ITV" durante 10 años. Pero la ficha realizada por el COAB pasó al cajón y con ello al olvido, tanto bajo la conselleria de Flaquer como con su sucesor, José María González Ortea, responsable de la redacción de la actual Ley General de Turismo, que tampoco desarrolló reglamentariamente la inspección en profundidad de hoteles. Tras la llegada del Govern del Pacte, el tema de la revisión de estructuras de edificios hoteleros no había resurgido hasta la tragedia del Hotel Tívoli a pesar de que ciudades como Valencia tienen desde hace años en vigor una legislación urbanística que obliga a la revisión de estructuras. Los actuales responsables de Turisme han señalado que los establecimientos turísticos pasarán una "ITV" cuya planificación corresponderá a la conselleria de Obres Públiques, porque se está perfilando una revisión más ámplia de estructuras edificatorias y no solamente las de alojamiento. La Ley General de Turismo no profundizó reglamentariamente en la revisión de estructuras aunque al menos establecía lo que podía ser la génesis de la ITV, ya que se apuntaba que la «fase de actualización de estructuras e instalaciones tiene como objetivo el control de las obras, las instalaciones (...)». También señalaba que «los interesados acreditarán (...) certificado de solidez, seguridad y habitabilidad para el uso turístico a que se destina por el técnico competente y con fecha actualizada», quedando en el aire su desarrollo. Lo que sí establecía en su capítulo I era que "habrán de obtener autorización turística previa, antes de obtener la licencia municipal de obras correspondiente, en los casos en que esta sea necesaria: las construcciones de nueva planta, las ampliaciones, los cambios de uso y las reformas". Su incumplimiento, como apunta Turisme que ocurrió con el Tívoli, "implicará la denegación de la autorización turística de apertura", según la Ley. (HOSTELTUR)
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