La cadena de Hoteles Silken incrementó en diciembre su oferta hotelera con la apertura de dos nuevos centros en Ciudad Real y Avilés (Asturias), que, según fuentes de la cadena, han sido especialmente diseñados "para garantizar el máximo confort a sus usuarios".
La cadena de Hoteles Silken incrementó en diciembre su oferta hotelera con la apertura de dos nuevos centros en Ciudad Real y Avilés (Asturias), que, según fuentes de la cadena, han sido especialmente diseñados "para garantizar el máximo confort a sus usuarios". La inauguración de ambos hoteles forma parte de un plan de expansión de la cadena, fundada en 1995, que en la actualidad dispone de catorce hoteles en España y Andorra y que prevé llegar a los 21 antes que finalice 2002. Situado en el corazón de la ciudad, al lado del Ayuntamiento, el Hotel Alfonso X de Ciudad Real tiene 4 estrellas y más de setenta habitaciones. Además, el hotel alberga un restaurante-cafetería y pone a la disposición de los clientes una sala de reuniones y un parking. El complejo hotelero, propiedad de Hoteles Silken, se ha habilitado en un antiguo hotel con más de noventa años de historia. "Fiel a la voluntad de la cadena hotelera de disponer de hoteles con una arquitectura singular y atractiva, se ha conservado la fachada, que ha sido cuidadosamente rehabilitada, construyendo un nuevo hotel perfectamente equipado que combina una fachada histórica con un establecimiento de cuidado diseño y materiales de calidad", informaron las mismas fuentes.También con categoría de cuatro estrellas, el Hotel Silken Villa de Avilés se encuentra a quince minutos del aeropuerto de Gijón. Con una fachada de 50 metros lineales de mármol travertino, el centro ofrece a sus clientes más de setenta habitaciones, una sala de reuniones, un restaurante con cafetería y parking. El Hotel Villa de Avilés ha abierto sus puertas "con la intención de cubrir la escasez de plazas hoteleras que hasta ahora sufría esta ciudad y de ofrecer un alojamiento de calidad a las miles de personas que la visitan por motivos profesionales o turísticos". El nuevo hotel es propiedad de la empresa local Melca, mientras que Hoteles Silken se encarga de todos los detalles que conllevan su gestión, desde la dirección del centro hasta la gestión de las compras, además del control de las reservas, los acuerdos comerciales y los aspectos administrativos. Con la apertura de estos dos centros la cadena cerró el año 2000, en que alcanzó una facturación de unos 6.800 millones de pesetas y consiguió aumentar significativamente las más de 1.500 habitaciones y 2.700 plazas hoteleras que ofrecía hasta entonces. (HOSTELTUR)
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