Baleares incrementó su oferta de alojamiento turístico en 2000 en 5.018 camas, al finalizar el año con 410.070 camas, frente a las 405.052 de 1999, pese a la existencia de una moratoria turística y estar vigente una ley turística restrictiva en cuanto a la construcción de nuevos hoteles en las Islas, según datos facilitados por el Ejecutivo balear.
Baleares incrementó su oferta de alojamiento turístico en 2000 en 5.018 camas, al finalizar el año con 410.070 camas, frente a las 405.052 de 1999, pese a la existencia de una moratoria turística y estar vigente una ley turística restrictiva en cuanto a la construcción de nuevos hoteles en las Islas, según datos facilitados por el Ejecutivo balear. La cifra global de alojamientos sumó 2.486 (2.464 en 1999). Transferidas las competencias turísticas a los consells insulars de Eivissa-Formentera y Menorca, la Conselleria de Turisme tramitó el pasado año la aprobación de 3.024 plazas de alojamiento turísticas nuevas en Mallorca, pasando de las 273.637 de 1999 a 276.661. El número de establecimientos registrados, también en el mismo comparativo, fue de 1.491, diez más que en 1999. En Menorca, el número de nuevas plazas de alojamiento turístico fue de 1.378 plazas, 46.471 en total (45.093 en 1999). La oferta de alojamiento pasó de 327 establecimientos a 334 del pasado año. El Consell Insular de Eivissa aumentó la oferta en 581 camas, registrando en total una oferta global de 79.398 plazas de alojamiento. El número de establecimientos fue de 542 (538 en 1999). En Formentera no hubo aumento alguno en el número de establecimientos, 119 en total, pero sí hubo una ligera alza en el número de camas, ya que si a finales de 1999 la cifra sumaba 7.505, en 2000 se alcanzaron alas 7.540. Este aumento de plazas turísticas contrasta con el alza espectacular que hubo en Canarias el pasado año, cerca de 20.000 camas, «lo que puede distorsionar el mercado turístico en la próxima temporada de verano, dado que los hoteleros canarios intentarán llenar su planta hotelera con ofertas para quitar cuota de mercado a Baleares y resto de zonas turísticas de la Península. Para Canarias el verano es temporada baja y pueden actuar de este modo al contar con más oferta hotelera que en el verano 2001, lo que puede perjudicar los intereses del sector turístico balear», indicaron fuentes del sector hotelero mallorquín. Los servicios técnicos de la Conselleria de Turisme, por su parte, tramitaron el pasado año en Mallorca 217 expedientes sancionadores por valor de 142.920.071 de pesetas, según datos facilitados por Turisme. Del total de los 217 expedientes, 135 correspondieron a locales de oferta complementaria, 15 a alojamientos que incumplían la normativa contra incendios, 14 por hacer excursiones sin guías y a cuatro por operar sin apertura de Turisme.
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