El gobierno cubano no aplica políticas proteccionistas a los productos cubanos de amplia demanda en el sector del turismo, aseguró en La Habana el ministro de turismo, Ibrahím Ferradaz.
El gobierno cubano no aplica políticas proteccionistas a los productos cubanos de amplia demanda en el sector del turismo, aseguró en La Habana el ministro de turismo, Ibrahím Ferradaz."No se ha desarrollado una política proteccionista. No hemos querido, bajo ninguna circunstancias, comprar productos nacionales si no tienen la calidad requerida. Pero sí hemos defendido que se creen las condiciones y se obtengan esos parámetros. Nuestra industria y los trabajadores tienen la preparación y la voluntad de hacerlo", afirmó Ferradaz. Para los especialistas cubanos, la política oficial de comprar para el sector turístico los productos que más calidad ofrezcan, independientemente del país de origen, y no haber aplicado, "como sí han hecho otros países", políticas proteccionistas que beneficien a las producciones locales, ha sido un factor "mucho más positivo que negativo", pues ha servido de acicate a las empresas cubanas en el logro de una mayor calidad de sus productos, lo que ha permitido, el paulatino crecimiento de la participación de los productos del país en las compras realizadas por el turismo en todos estos años. Tal integración alcanzó el 61 por ciento en el año 2000, en tanto en el 99 fue del 53 por ciento y siete u ocho años atrás, era de apenas un 17 ó 18 por ciento, aseguran fuentes del sector. No obstante, Cuba debe seguir importando un grupo de productos, que o bien no se fabrican en Cuba o aún no han ganado la calidad suficiente para ser consumidos por el turismo. Ferradaz señaló que en un principio era más fácil: una fábrica estaba parada, echaba a andar y a producir para el turismo. "Hoy ya las condiciones son más complicadas. Tiene que ser con mayor calidad, con el cumplimiento de mayores parámetros".
Explicó que en el 2000 hubo un hecho que calificó de importantísimo: por primera vez Cuba ensambló un autocar para el turismo. "Fue un trabajo estrecho con varios organismos nacionales y una empresa brasileña, que nos permitió poner a funcionar la fábrica, obtener mejores precios para el turismo, poder controlar de cerca la calidad de la producción y contar con los servicios de posventa. Y se logró hacer no solo un montaje de ingeniería real, sino también de ingeniería financiera", detalló Ibrahím Ferradaz. Otro ejemplo citado por el ministro fue la cerveza de origen nacional, con la que se asegura hoy más del 90 por ciento de los consumos del turismo, y con una gran aceptación. Lo mismo sucede con los refrescos, los cigarrillos y con decenas de productos más, entre ellos la lencería para los hoteles, pues en Cuba se han introducido nuevas tecnologías que posibilitan producir con calidad y competir en el exigente mercado de los insumos hoteleros.
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