La dirección de Iberia y el sindicato de pilotos (Sepla) reanudaron ayer las negociaciones sobre el convenio colectivo, que el personal de vuelo quiere firmar antes de que la empresa cotice en bolsa el próximo 3 de abril.
La dirección de Iberia y el sindicato de pilotos (Sepla) reanudaron ayer las negociaciones sobre el convenio colectivo, que el personal de vuelo quiere firmar antes de que la empresa cotice en bolsa el próximo 3 de abril. El sindicato de pilotos de Iberia reclama un aumento salarial del 16% para el próximo año. Esto equivale a 3,1 millones de pesetas anuales para cada uno de los 2.000 pilotos y tendría un coste para la empresa de 6.300 millones. La compañía negocia para llegar a un acuerdo y evitar un nuevo retraso en la privatización. El presidente de Iberia, Xabier de Irala, tiene una semana para llegar a un acuerdo con los pilotos y cumplir el calendario previsto para la privatización de la compañía. La reunión celebrada ayer con el Sindicato Español de Líneas Aéreas (Sepla) volvió a terminar en fracaso. Los pilotos demandan, además, la eliminación de la "cláusula 104", que contiene las restricciones laborales acordadas en 1994, cuando la compañía estaba en quiebra técnica. En conjunto, la compañía ha valorado estas reivindicaciones en 6.500 millones de pesetas. Las demandas de los pilotos se completan con una paga única de 857 millones de pesetas para los pilotos de Futura, compañía creada al 50% con Lufthansa y una paga adicional para el fondo mutual que se evalúa en 670 millones de pesetas. Además, reclaman la exención de tributación para los billetes gratuitos, y una paga extra para los pilotos entre 55 y 60 años. Estas peticiones económicas se complementan con sustanciales mejoras en las condiciones de trabajo, que se materializan en más días libres y de descanso; acotar el periodo en el que no pueden tomar vacaciones porque coincide con la temporada alta de vuelos limitándolo del 1 de julio al 30 de septiembre y reducir a sólo 10 noches las que pueden pasar fuera del destino base. Según la dirección de Iberia, estos flecos de la negociación implican una reducción de la productividad del 25% o la necesidad de contratar a 30 pilotos más el próximo año. El presidente de Iberia, Xabier de Irala, y su director general, Ángel Mullor, se reunieron en la tarde de ayer con el jefe de la sección sindical del Sepla en Iberia, Jaime de la Casa, y le advirtieron de que si acaba la huelga de celo la compañía está dispuesta a acceder a un incremento salarial del 2% sobre todos los conceptos retributivos. Además, Iberia eliminaría la "cláusula 104" de forma progresiva, con cargo a los beneficios de los próximos cuatro años. También accedería a una paga extra para todos los pilotos de 500 millones y a una paga extra de 400.000 pesetas para los pilotos de entre 55 y 60 años siempre que haya un compromiso de incremento de productividad. Irala explicó a los pilotos que el conflicto tiene que estar resuelto antes de una semana en que se inician las presentaciones a los analistas para preparar la oferta pública de venta de acciones (OPV). Les advirtió que si no se resuelve la situación laboral el Gobierno frenará la privatización y replanteará los acuerdos alcanzados con los pilotos. Hay que recordar que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) pactó un importante plan de opciones sobre acciones para garantizar la paz social antes de la privati-zación. Los pilotos tienen reservados 18.000 millones de pesetas a través del plan de opciones diseñado en la OPV.
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