Valencia vive un boom de crecimiento urbanístico y edificatorio, pero no sólo de edificios de viviendas, también de hoteles. La ciudad, hasta ahora, ha sido siempre deficitaria en plazas hoteleras respecto a su demanda potencial. Pero esta tendencia empieza a invertirse. El ayuntamiento tiene en trámite en estos momentos más de una veintena de licencias para nuevos establecimientos.
Valencia vive un boom de crecimiento urbanístico y edificatorio, pero no sólo de edificios de viviendas, también de hoteles. La ciudad, hasta ahora, ha sido siempre deficitaria en plazas hoteleras respecto a su demanda potencial. Pero esta tendencia empieza a invertirse. El ayuntamiento tiene en trámite en estos momentos más de una veintena de licencias para nuevos establecimientos. El desarrollo de nuevos polígonos de viviendas es uno de los principales focos de atracción. En el entorno del Palacio de Congresos -una de las principales inversiones del gobierno municipal de Rita Barberá- están previstos al menos cinco hoteles. Residencial Ademuz tiene en trámite la licencia para crear un complejo en una torre de 25 alturas que incluirá tres establecimientos distintos, uno de cuatro estrellas, otro de tres y un aparthotel. Se espera que pronto comiencen las obras de otro hotel situado junto al edificio de Norman Foster, sobre una parcela que subastó el ayuntamiento para tal fin. Residencial Siglo XXI tiene solicitada otra licencia en la misma zona. En el oeste de la ciudad, el polígono de la avenida de Francia no se ha quedado al margen. De momento, Vallehermoso promueve un edificio hotelero en la calle del Pintor Maella, con 197 habitaciones, y otra promotora, Urbem, ha excavado un pozo de aguas subterráneas posiblemente con el fin de instalar un hotel con servicios de tratamientos termales. El planeamiento de la vecina Ciudad de las Artes y las Ciencias incluye, igualmente, futuras residencias. Las principales cadenas hoteleras han mostrado igualmente interés por el centro de la ciudad. Además, a los establecimientos grandes se han sumado los pequeños, del tipo hoteles con encanto en edificios históricos protegidos. Así, se anuncia la próxima apertura de uno en plena calle de la Paz, en un edificio que se construyó con motivo de la Exposición Regional de 1909 y acogió a la realeza. Tendrá 80 habitaciones. En las inmediaciones del Jardín Botánico se acaba de recibir permiso para abrir otro de parecidas características, en la calle del Doctor Peset Cervera. Las hermanas Koplowitz, a través de un intermediario, han adquirido un inmueble protegido en la calle de Navarro Reverter. Casi en la propia plaza del Ayuntamiento, en la calle de Lauria, el propietario ha vendido el antiguo hotel para su reapertura. Sin salir del centro de la ciudad, está pendiente de resolver la solicitud de los propietarios de convertir el cine Capitol en un hotel de 80 habitaciones, aunque la Conselleria de Cultura, que debe autorizar la intervención, no parece que vea con buenos ojos el proyecto. Los promotores Soler acondicionarán las antiguas oficinas de Aumar en la calle de Martínez Cubells con el mismo fin, al lado del cine Lys, donde construyen minicines y un complejo comercial. En los despachos municipales hay peticiones para otros dos hoteles pequeños en las céntricas calles de Convento San Francisco y Convento Santa Clara. Pero hay proyectos en todos los extremos de la ciudad. Cabe destacar el caso del balneario de Las Arenas, que fue subastado por el ayuntamiento y adjudicado a la cadena hotelera Santos. Santos es propietario de otro edificio en la esquina de la avenida María Cristina con la plaza del Ayuntamiento, que estudia habilitar como oficinas u hotel. O el establecimiento hotelero de las torres de Sagar, de la cadena Holiday Inn, justo al lado del Rey Don Jaime. Esta misma cadena acaba de inaugurar otro local en Ausiàs March y Metrovacesa ha promovido uno más junto al centro comercial de El Saler, con 125 habitaciones. Otro establecimiento reseñable que abrirá sus puertas en abril es el Hesperia Parque Central, junto a la «pantera rosa», con 200 habitaciones. Además, el Valencia Palace inaugurará en breve su ampliación, que le permitirá duplicar su capacidad. Otra empresa prepara otro más de 70 habitaciones en la avenida de Campanar y los arquitectos trabajan en el diseño de otro delante de las Atarazanas. Un proyecto pendiente desde hace más de una década, rodeado de polémica y por el momento bloqueado, es el del hotel Crystal Palace, en la manzana de los jesuitas. Cultura ha rechazado los bocetos presentados por el promotor, que ha llevado el caso de los tribunales. Además, el propio gobierno de la ciudad busca inversores interesados en convertir en hotel de lujo el edificio de La Lanera, que podría quedar vinculado al balneario de la Alameda.
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