El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, intentó ayer en Barcelona tranquilizar a la multinacional francobritánica Alstom, asegurando que "España tiene un plan de desarrollo de la alta velocidad ferroviaria que es el más ambicioso del mundo" y "quedan aún muchos contratos por otorgar".
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, intentó ayer en Barcelona tranquilizar a la multinacional francobritánica Alstom, asegurando que "España tiene un plan de desarrollo de la alta velocidad ferroviaria que es el más ambicioso del mundo" y "quedan aún muchos contratos por otorgar". Piqué hizo estas declaraciones después de que RENFE decidió adjudicar a Siemens y a Talgo el contrato de suministro de los trenes para la nueva línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona. Alstom también optaba a este contrato y no haberlo conseguido ha sembrado dudas sobre la evolución futura de su planta de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) y de las factorías que posee en Valencia. El ministro afirmó que "todo el tejido industrial español va a recibir de una forma u otra los beneficios del plan" para extender la alta velocidad ferroviaria. "Habrá trabajo y posibilidades tecnológicas para todos, también para Alstom", señaló. Por su parte, la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, afirmó ayer que el hecho de que Alstom, que es la multinacional extranjera con más peso industrial en España, no se haya adjudicado el contrato "no resulta indicativo de una pérdida de peso tecnológico de España".
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