La gerente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Ana Gómez, opinó ayer que la aplicación de la ecotasa en Baleares beneficiará especialmente a Turquía y a Túnez, porque habrá turoperadores que, ante el aumento de precios que conllevará este impuesto, desviarán a sus viajeros a estos dos países mediterráneos, en los que los precios de los paquetes turísticos son hasta un 30 por ciento inferior a la Costa del Sol.
La gerente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Ana Gómez, opinó ayer que la aplicación de la ecotasa en Baleares beneficiará especialmente a Turquía y a Túnez, porque habrá turoperadores que, ante el aumento de precios que conllevará este impuesto, desviarán a sus viajeros a estos dos países mediterráneos, en los que los precios de los paquetes turísticos son hasta un 30 por ciento inferior a la Costa del Sol. Gómez hizo estas declaraciones a Europa Press después de que el Parlamento balear aprobara ayer la puesta en marcha de la ecotasa el 1 de enero de 2002. "Nosotros captamos un turismo alemán y británico de clase media, mientras que el que llega a Mallorca es de menor poder adquisitivo que el nuestro", afirmó Gómez, quien pronosticó que, por este motivo, no habrá un trasvase de turistas de Baleares a Málaga, sino que éstos se dirigirán a lugares más baratos. Gómez se refirió a que ya hay un descenso importante de turistas alemanes y británicos que visitan Mallorca, pues los turoperadores "los están desviando a otros destinos". La gerente del Patronato recordó que, sin embargo, "en la Costa del Sol se están manteniendo". "Yo tengo los datos de otros destinos turísticos donde se ha aplicado la ecotasa y, la verdad, es que ha sentado mal", indicó Gómez, quien se refirió a que en el descenso del turismo en Mallorca "también está pesando la masificación, la subida indiscriminada de precios y muchos ingredientes que hay que barajar". La gerente del Patronato recordó que en Andalucía no se va a aplicar una ecotasa como la de Baleares, sino que la propuesta de la Junta de Andalucía es poner en marcha una fiscalidad ambiental que hará que los sectores económicos "que contaminan, paguen". Para Gómez, el turismo no tiene por qué contaminar, ya que si un hotel cumple las normativas medio ambientales "no contamina", por lo que no tendrá que pagar. "Ha quedado claro que no es sólo para el turismo", concluyó.
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