La ocupación hotelera en Cataluña durante la pasada Semana Santa cumplió las expectativas y osciló entre el 80 y el 100 por ciento de las plazas ofertadas, según las cifras provisionales facilitadas a Europa Press por los diferentes patronatos y gremios. Las zonas de playa alcanzaron las máximas cuotas durante el fin de semana, al igual que algunas áreas del interior en Lleida y Girona.
La ocupación hotelera en Cataluña durante la pasada Semana Santa cumplió las expectativas y osciló entre el 80 y el 100 por ciento de las plazas ofertadas, según las cifras provisionales facilitadas a Europa Press por los diferentes patronatos y gremios. Las zonas de playa alcanzaron las máximas cuotas durante el fin de semana, al igual que algunas áreas del interior en Lleida y Girona. En las comarcas gerundenses la ocupación turística fue del 95 por ciento durante desde el viernes 13 y hasta el lunes 16, mientras que el resto de la semana fue del 55 por ciento, según datos de la Federación de Hostelería. Las zonas de interior y de montaña registraron las ocupaciones más altas, con una media del 98 por ciento, mientras que la media en las áreas del litoral fue del 93 por ciento. En el conjunto de los diez días de vacaciones, destaca el 60 por ciento de Lloret y el 73 por ciento de la Garrotxa. En gran parte de la Costa Brava durante los cuatro días de fiesta la ocupación hotelera ha sido del 100 por cien, aunque en zonas como l'Estartit fue inferior, alrededor del 80 o el 85 por ciento. El gerente de la Asociación de Hostelería de la Costa Brava, Martí Sabrià, aseguró a Europa Press que las vacaciones han ido "francamente bien y el sector está muy satisfecho" pese a "la salida precipitada del domingo" motivada por el "miedo" de los conductores a las caravanas en la carretera. El 80 por ciento de la demanda en las comarcas gerundenses era de origen catalán y español, mientras que el 20 por ciento restante provenía principalmente de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Bélgica y Holanda, según la Federación de Hostelería de Girona. En Barcelona las cifras son similares al año pasado y, según los datos provisionales del Gremio de Hoteleros, superó el 90 por ciento de ocupación. En Lleida, de las 35.000 plazas ofertadas se han ocupado entre el 80 y el 100 por ciento desde el jueves y hasta el lunes. La Vall de Boí y el Pallars Subirà fueron los que alcanzaron las cuotas más altas, al igual que el turismo rural. El director del Patronato de Turismo de Lleida, Xavier Moncayo, comentó a su vez que la novedad de este año radica en el aumento de turistas durante los días previos al Jueves Santo, ya que desde el lunes día 9 la ocupación fue del 50 por ciento. Según Moncayo, "la gente avanza los días de sus vacaciones y la demanda se está flexibilizando, sobre todo en el resto de España". En cuanto a los deportes de aventura de la provincia, las más de 40 empresas del sector tuvieron "plena actividad", especialmente en actividades de senderismo, mountain bike y rafting. La temporada de esquí cerró este fin de semana con ocupaciones del 60 por ciento en el caso de Baqueira Beret y de un 80 por ciento en Boí Taüll y Port Ainé, las tres estaciones que todavía permanecían abiertas. En Tarragona, la ocupación media de alojamientos, incluidos los campings, superó el 85 por ciento entre el jueves y el lunes. No obstante, sí hubo plena ocupación en hoteles de la costa durante el fin de semana, según los datos provisionales. Una de las zonas en auge de la provincia de Tarragona es el Delta del Ebro. El director del Patronato de Turismo de Tarragona, Octavi Bono, señaló que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) "ha contribuido" al aumento de turistas en esta zona, donde "también se podría hablar de plena ocupación una parte de los días". El Delta "ya obtuvo un nivel de actividad muy correcto el año pasado, ahora se le ha añadido notoriedad".
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