El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pedro Ferreras, afirma que la protesta de los socios institucionales de Iberia distorsionó la Oferta Pública de Venta (OPV) de la compañía y no supuso un beneficio para nadie, dado que no conllevará "de ninguna manera" una revisión del precio abonado por estos accionistas.
El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pedro Ferreras, afirma que la protesta de los socios institucionales de Iberia distorsionó la Oferta Pública de Venta (OPV) de la compañía y no supuso un beneficio para nadie, dado que no conllevará "de ninguna manera" una revisión del precio abonado por estos accionistas. Ferreras señaló, durante su comparecencia ayer en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, que la decisión del núcleo institucional (BBVA, Caja Madrid, Ahorro Corporación, Logista y El Corte Inglés) de designar amigables componedores que busquen una solución no vinculante que pueda satisfacer a ambas partes desvió la atención de los analistas durante el 'road show' de la OPV. Además, indicó que SEPI no abonará ninguna indemnización a estas entidades por prorrogar hasta el primer semestre de 2001 la fecha de la salida a Bolsa, que debería haberse producido antes de diciembre de 2000, al considerar que fue una decisión suscrita por todas las partes en su momento. Según Ferreras, a mediados de 1999 los accionistas institucionales pretendieron ya referenciar el precio a la futura OPV por el deterioro de los márgenes de la aerolínea, una prerrogativa con la que sólo contaban los socios industriales (American Airlines y British Airways), máxime cuando los institucionales adquirieron sus participaciones a través de un concurso que no podía modificarse. Tras muchas negociaciones, explicó Ferreras, ambas partes acordaron solicitar la opinión independiente de Arthur Andersen, quien señaló que no había razones sólidas "ni en derecho ni en equidad empresarial" para revisar el precio abonado por las compañías. Asimismo, el presidente de SEPI aseguró que durante el concurso los socios institucionales de Iberia ofrecieron valoraciones de la aerolínea superiores en muchos casos al precio mínimo de 580.000 millones de pesetas fijado por la sociedad, que equivalía al máximo que deberían abonar British Airways y American Airlines. En concreto, Caja Madrid valoró el cien por cien de Iberia en 650.000 millones de pesetas, BBVA en 610.000 millones, Logista en 580.000 millones, El Corte Inglés en 605.000 millones y Ahorro Corporación en 620.000 millones. De este modo, tras el ajuste del valor de Amadeus, el precio de Iberia quedó fijado en marzo de 2000 en 454.350 millones de pesetas, lo que ha resultado ser más de un 60 por ciento superior al precio de 180.000 millones de pesetas fijado por los mercados en la reciente OPV, que culminó el pasado 3 de abril con el inicio de cotización de la compañía de bandera española.
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