Los vuelos de las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral continuaron suspendidos ayer por segundo día consecutivo debido a la huelga indefinida de los técnicos de mantenimiento, convocada en protesta por los despidos de 224 trabajadores, según informó la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA).
Los vuelos de las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral continuaron suspendidos ayer por segundo día consecutivo debido a la huelga indefinida de los técnicos de mantenimiento, convocada en protesta por los despidos de 224 trabajadores, según informó la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA). Según las mismas fuentes, el paro fue convocado por las medidas de reestructuración de la plantilla de Aerolíneas Argentinas, previstas en el Plan Director diseñado por SEPI (que posee el 85 por ciento de la compañía), para sacar a la compañía de la crisis económica que atraviesa. Este plan prevé la reducción de la plantilla de Aerolíneas en 1.200 personas, además de su capitalización con 124.800 millones de pesetas (750 millones de euros). Ayer hubo una reunión conciliadora en el Ministerio de Trabajo argentino, a la que asistieron la titular de la cartera, Patricia Bullrich, y los dirigentes gremiales y directivos de la empresa, pero aún no se ha informado de su resultado. "Nosotros no tenemos dudas de que los españoles quieren ir a la quiebra", dijo el secretario de APTA, Ricardo Cirielli, al responsabilizar a la SEPI de haber generado el conflicto con los despidos de los trabajadores. Los vuelos locales e internacionales de Aerolíneas y Austral han sido absorbidos por compañías locales y extranjeras. Aerolíneas Argentinas y Austral pierden unos 5.550 millones de pesetas mensuales (33,4 millones de euros/30 millones de dólares) y arrastran un déficit de 166.500 millones de pesetas (1.000 millones de euros/900 millones de dólares).
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