El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó encargar a la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios (SMASSA) las obras de remodelación de Miramar para convertirlo en un hotel de lujo y su participación en la gestión a través de la creación de una sociedad anónima junto con la empresa que resulte adjudicataria. La decisión contó con el rechazo de la oposición y la abstención de IC-V.
El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó encargar a la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios (SMASSA) las obras de remodelación de Miramar para convertirlo en un hotel de lujo y su participación en la gestión a través de la creación de una sociedad anónima junto con la empresa que resulte adjudicataria. La decisión contó con el rechazo de la oposición y la abstención de IC-V. El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó encargar a la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios (SMASSA) las obras de remodelación de Miramar para convertirlo en un hotel de lujo y su participación en la gestión a través de la creación de una sociedad anónima junto con la empresa que resulte adjudicataria. La decisión contó con el rechazo de la oposición y la abstención de IC-V. Según el portavoz del grupo municipal de CiU, Jaume Ciurana, "la tarea de SMASSA no es gestionar parques de atracciones ni hoteles" y criticó que "hace menos de un año, el concejal de Cultura, Ferran Mascarell, afirmó que los usos de Miramar estarían relacionados con la cultura, la naturaleza y el deporte", los tres usos que el Plan de Actuación Municipal (PAM) reserva para la montaña de Montjuïc. Para el portavoz del PP, Emilio Alvarez, tras este encargo "mañana puede ser un hotel en el Passeig de Gràcia, una discoteca o un casino" y afirmó que "en lugar de solucionar problemas reales, como construir un depósito de vehículos, le encargamos gestionar un hotel de lujo". Para el portavoz del grupo de IC-V, Eugeni Forradellas, "el debate de fondo es el uso de edificios de titularidad pública", como es el caso del palacio de Miramar y afirmó que "no estamos de acuerdo en destinar suelo público a actividades privadas", por lo que anunció su abstención. Forradellas reivindicó un plan director que englobe todos los espacios de Montjuïc y la realización de un estudio de movilidad alrededor del futuro hotel. Por su parte, el presidente del grupo de ERC, Jordi Portabella, explicó que "la participación de SMASSA responde a la voluntad de desbloquear el tema" de la reconversión del enclave y explicó que la sociedad municipal "se irá retirando a medida que se solucione" el futuro del complejo. Portabella garantizó que los jardines adyacentes serán de uso público. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, respondió a las críticas afirmando que "en dos ocasiones anteriores la concesión directa no funcionó", por lo que ahora "desarrollamos lo que diseñamos desde un principio pero con una nueva fórmula para evitar que falle". El concejal de Presidencia y Hacienda, Ernest Maragall, añadió que "es un edificio público en medio de un espacio público que hay que garantizar" y justificó la construcción de un hotel recordando que "está cerca del MNAC y de la Fundación Miró" y "a Barcelona le hacen falta hoteles de esta categoría".
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.