El vicepresidente del Gobierno canario, Adán Martín, recordó ayer que con ayudas públicas, procedentes de los incentivos regionales y de las ventajas de la RIC, se sufraga en ocasiones el 52 por ciento de la inversión hotelera. En su opinión, una vez que Canarias ha crecido ya hasta un nivel, hay que variar esta situación y evitar las "deseconomías" que traerá construir más hoteles.
El vicepresidente del Gobierno canario, Adán Martín, recordó ayer que con ayudas públicas, procedentes de los incentivos regionales y de las ventajas de la RIC, se sufraga en ocasiones el 52 por ciento de la inversión hotelera. En su opinión, una vez que Canarias ha crecido ya hasta un nivel, hay que variar esta situación y evitar las "deseconomías" que traerá construir más hoteles. El también consejero de Economía, Hacienda y Comercio apuntó ayer durante una conferencia en la Universidad de La Laguna que "mientras teníamos mucho paro nos interesaba crecer a toda velocidad", pero que en la actualidad es preciso moderar ese ritmo de desarrollo turístico, porque los empleos que se creen van a ser en su mayoría para trabajadores de fuera, con lo que no mejorará la renta familiar canaria, y además se corre el riesgo de que aumente la tensión social por haber tanta población en un territorio pequeño. Por esa razón, apuntó que es preciso frenar de forma importante la construcción de más camas en determinadas zonas del sur de Tenerife y Gran Canaria o en Lanzarote y Fuerteventura, donde si se sigue al ritmo actual se puede llegar a un caos. Adán Martín afirmó, en esta línea, que es preciso adoptar ya medidas como la moratoria o canalizar la Reserva de Inversiones (RIC) a los sectores más necesitados, en vez de seguir apoyando la construcción de más establecimientos alojativos. Eso sí, resaltó que esta solución de "de paños fríos para las zonas muy calientes" es válida para algunas islas, pero no para otras como La Palma, La Gomera y El Hierro donde todavía se puede comprobar que pueden aumentar su infraestructura turística sin provocar "deseconomías". Para argumentar estas posiciones, Martín puso varios ejemplos sobre la escasez de suelo y sobre la población, que demuestran que con el actual ritmo de crecimiento en el año 2050 habría en Canarias 3,5 millones de habitantes.
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