Bruselas pedirá al Tribunal de la UE una multa fuerte contra España por la calidad de sus aguas interiores

La comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstroem, anunció ayer que pedirá al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (Tribunal de Luxemburgo) "una multa fuerte" contra España por no tomar medidas para mejorar la calidad de las aguas de baño interiores (ríos y lagos). Wallstroem presentará su propuesta de denuncia el próximo miércoles al conjunto de la Comisión Europea, que deberá aprobarla por mayoría. Una vez iniciado el proceso, el Tribunal podría tardar unos dos años en resolver el caso. El motivo de la denuncia es que España no ha cumplido una sentencia anterior, del 12 de febrero de 1998, en la que el propio Tribunal de Luxemburgo condenó a España por la falta de conformidad de sus aguas interiores con los estándares impuestos por la Comisión Europea. Las autoridades españolas no han tomado medidas, por lo que Bruselas inició un procedimiento de infracción que, previsiblemente, terminará de nuevo ante el Tribunal. Fuentes comunitarias explicaron que España puede aprovechar los dos años que duraría el proceso para imponer mejoras y evitar así la multa. "Esta directiva tiene 25 años, ya es hora de que los Estados miembros sepan lo que tienen que hacer", dijo Wallstroem. "El Tribunal condenó a España en 1998, y la Comisión decidirá seguir adelante con el proceso", añadió. La comisaria confió en que la Corte imponga a España una "multa fuerte", y explicó que las sanciones se calculan en función de la gravedad y la duración del incumplimiento. Añadió que puede haber elementos "disuasorios", como la cantidad que puede pagar un país. Según el informe "Calidad de aguas de baño" de la temporada 2000 presentado ayer por la Comisión Europea, el 98,1 por ciento de las aguas costeras españolas tienen una "calidad aceptable" para el baño, y el 88,7 por ciento son de "buena calidad", con lo que se reduce en un 0,4 por ciento las zonas de baño que no cumplen los valores "imperativos" (calidad aceptable). En cuanto a las aguas interiores, el informe afirma que los resultados españoles "siguen siendo mediocres". En concreto, aumentaron ligeramente (un 2,7 por ciento), las zonas que cumplen unos requisitos de calidad aceptable, que son el 79,2 por ciento de las zonas de baño. Sin embargo, sólo el 31,2 por ciento se considera de buena calidad (frente al 31,9 por ciento de 1999).