Después de que varias cadenas hayan abierto hoteles en las mejores calles y plazas del corazón de Madrid, especialmente en zonas de la Gran Vía, plaza de Callao y del Congreso de los Diputados, ahora le toca el turno a las calles secundarias, que hasta ahora eran un coto cerrado controlado por pequeños empresarios familiares que regentaban hostales, residencias y hoteles de una y dos estrellas.
Después de que varias cadenas hayan abierto hoteles en las mejores calles y plazas del corazón de Madrid, especialmente en zonas de la Gran Vía, plaza de Callao y del Congreso de los Diputados, ahora le toca el turno a las calles secundarias, que hasta ahora eran un coto cerrado controlado por pequeños empresarios familiares que regentaban hostales, residencias y hoteles de una y dos estrellas. Esos inmuebles, cuya superficie raramente permite construir más allá de 60 habitaciones, encajan perfectamente con una nueva línea de establecimientos que están desarrollando las cadenas en las principales ciudades de Europa y que se conocen como hoteles boutique. Estos establecimientos basan su oferta en la atención personalizada al cliente, junto con una ubicación estratégica y un ambiente casi hogareño. Pero la marea hotelera no cesa y, junto a estos establecimientos, las cadenas y los inversores inmobiliarios de hoteles no abandonan su interés por contar con un establecimiento en las principales zonas del centro de Madrid. Según los expertos, los hoteles madrileños se están viendo beneficiados por la firmeza de la demanda. La ciudad está ganando peso en los viajes de negocio y especialmente en los relacionados con congresos y convenciones. A la vez, Madrid está consiguiendo aumentar el flujo de visitantes puramente turísticos, lo que ha elevado la ocupación de los establecimientos en los fines de semana. Ya el año pasado los hoteles de la gama alta de Madrid consiguieron una ocupación de un 76,6%, según datos de la consultora Mazars. Ese grado de saturación permitió a esos establecimientos elevar sus precios medios un 13,9% el año pasado. Los expertos consideran que, si la tendencia se mantiene, los hoteleros podrán subir los precios medios un 10%. En este momento existen al menos cinco hoteles en diferentes fases de desarrollo y próxima apertura en la Gran Vía, las inmediaciones de la plaza de Callao y el Congreso de los Diputados. Mientras que en una fase aún muy preliminar se encuentran al menos otros cinco más. Entre los que ya se están construyendo destacan cadenas como H10 o Catalonia, que desarrollan sendos establecimientos en la Gran Vía. Pero tras estos grupos de tamaño mediano figuran otros menos conocidos como High Tech Hotels, Hoslega o Intur. Todos estos nuevos proyectos han comenzado a inquietar a los hoteleros, que ya han comenzado a expresar públicamente su temor a que la entrada de nueva oferta les obligue a rebajar nuevamente los precios. (Gabriel González, Diario Cinco Días, 14/06/01)
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