Los sindicatos involucrados en el conflicto de Aerolíneas Argentinas han anunciado una "tregua" en su plan de protestas y movilizaciones, tras recibir del Gobierno "garantías" de que la compañía no irá a la quiebra.
Los sindicatos involucrados en el conflicto de Aerolíneas Argentinas han anunciado una "tregua" en su plan de protestas y movilizaciones, tras recibir del Gobierno "garantías" de que la compañía no irá a la quiebra.
La "tregua" se mantendrá hasta que se conozcan al detalle los resultados de la gestión que desarrolla en Madrid el ministro argentino de Infraestructura, Carlos Bastos, ante los responsables de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), controladora de Aerolíneas. Jorge Doyle, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), dijo a la prensa que tras una reunión de los sindicatos con miembros del Gobierno quedó claro que "el fantasma de la quiebra quedó alejada y eso lleva a la continuidad de la empresa". La declaración de Doyle fue avalada en cierto modo por el ministro del Interior, Ramón Mestre, quien estuvo en la reunión con los sindicatos y se refirió a las gestiones del ministro Bastos en la capital española. "Bastos nos informó de que el tema de la quiebra fue superado y de que existe intención de dar la solución que el problema requiere", dijo. Mestre también fue consultado acerca de la posibilidad de que la SEPI resuelva llamar a una convocatoria de acreedores para discutir sus problemas financieros, una salida a la que el sindicalista Doyle se había referido minutos antes en su contacto con la prensa. El ministro respondió que ésa será una decisión de la compañía, aunque señaló que si así fuera, la continuidad de la empresa estaría asegurada "y ése es el gran objetivo" del Gobierno del presidente del país, Fernando de la Rúa. Aunque las partes mantuvieron en reserva los puntos centrales de las nuevas discusiones y se negaron a informar acerca de posibles cambios en las posturas de la SEPI o los sindicatos, los líderes de los gremios se comprometieron a dejar sin efecto por un tiempo las protestas y movilizaciones. De inmediato, los trabajadores dejaron paso a las personas que esperaban en el aeropuerto internacional de Ezeiza para abordar un avión de la compañía española Iberia con destino a Madrid. Desde hace varios días, los empleados de Aerolíneas bloquean las zonas de embarque antes de la salida de este vuelo a Madrid, que en general sale con demoras o con menor cantidad de pasajeros y carga de la prevista. Incluso, el pasado martes, los activistas sindicales llegaron a cruzar un Boeing 747 en la pista central del aeropuerto para evitar la salida de este vuelo, que debió despegar desde una vía alternativa. La SEPI propuso un Plan Director para sacar a la empresa de la crisis, sin embargo, el plan, que incluye modificaciones en las condiciones de trabajo, no cuenta con el apoyo de dos de los siete sindicatos aeronáuticos. Sin embargo, los técnicos -señalados por el Gobierno argentino y la SEPI como los responsables de la falta de un acuerdo- hicieron el pasado miércoles una "contrapropuesta" que asegura los puestos de trabajo y, al mismo tiempo, puede abrir una nueva instancia de negociaciones. El presidente De la Rúa hizo ayer una nueva exhortación a los empleados de Aerolíneas para que abandonen los bloqueos y permitan la libre circulación de personas en los aeropuertos, debido a que considera que ese tipo de protestas "dan muy mala imagen del país en el exterior".
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