El gobierno de Baleares acusa al sector turístico de boicot y el PP pide el cese de Alomar

La guerra es total. Gobierno, empresariado turístico, PP y resto de partidos políticos polemizaron ayer abiertamente durante toda la jornada y se lanzaron acusaciones de grueso calibre en una polémica en la que incluso se llegó a salpicar a la Casa Real al asegurar el conseller de Turisme, Celestí Alomar, que de existir un «agujero» en las cuentas del Ibatur, éste podría explicarse por la decisión del anterior Govern de dedicar 460 millones a la compra del actual yate del Rey. Tras difundirse la carta del Fomento de Turismo con críticas al conseller Alomar, el PP convocó una rueda de prensa para solicitar la dimisión voluntaria del conseller o bien su destitución por el presidente Antich. Dos ex consellers del ramo, José Maria González Ortea y Joan Flaquer (los dos del PP) lanzaron duras críticas al Govern del Pacte y especialmente a Celestí Alomar a quien responsabilizaron del malestar que vive el sector. Para González Ortea, mientras se dilapida la imagen del Ibatur y se pone en entredicho la «buena gestión» realizada por este organismo con el PP, se encarga a la Cámara de Comercio que intente levantar la imagen turística de Baleares. En plena polémica, la agencia Efe distribuyó ayer unos datos de la encuesta de ocupación hotelera en la que se constata que Baleares sigue siendo el destino preferido de los extranjeros mientras que el turismo nacional opta por Andalucía y Valencia. Miquel Nadal, portavoz del Consell de Mallorca y dirigente de UM (partido que hizo posible la aprobación de la ecotasa a pesar de no figurar explícitamente en el programa pactado hace dos años), reconoció ayer la preocupación del Consell por las tensiones existentes entre el Ejecutivo y el Fomento de Turismo y aseguró que «siempre hemos recomendado al Govern que opte por las buenas relaciones con el sector antes que dictar nuevas medidas que puedan enfrentarles». Nadal, que consideró la importancia del turismo como motor de la creación de riqueza en Baleares, indicó que «nos gustaría que las relaciones con este sector fueran mejores porque sería bueno para los ciudadanos de estas islas». «En cuanto esté en nuestra mano procuraremos que no surjan nuevos temas que creen más enfrentamientos», dijo el portavoz del Consell de Mallorca en la rueda de prensa en la que informó sobre los acuerdos aprobados por la Comisión de Gobierno. Previamente, la directora del Instituto Balear de Turismo, Tifany Blackman, acusó al empresariado turístico de someter a un «boicot constante» a la conselleria que dirige Celestí Alomar. Blackman, según informa Efe, se mostró «indignada» por la carta en la que el Fomento de Turismo de Mallorca se queja al presidente del Govern, Francesc Antich, de la mala gestión de la Conselleria, de los perjuicios que ocasiona la política de Alomar y de la existencia en el Ibatur de un «agujero» presupuestario de 250 millones de pesetas. La directora del Ibatur indicó que este pronunciamiento del Fomento ha puesto a la institución «en una situación delicada» y subrayó que refleja una guerra política que perjudicará al turismo balear en su conjunto. Blackman enumeró diferentes iniciativas de promoción emprendidas por el Ibatur ante las que el sector ha respondido sólo con «críticas y nada positivo». Respecto al «agujero» denunciado por el Fomento afirmó que es un déficit que viene de una acumulación de años atrás y que la «acumulación de gastos no presupuestados» corresponde a los fondos comprometidos por el Govern con los fomentos de turismo para que estos participaran en la compra del barco que la Fundación Turística y Cultural de Baleares cedió a Patrimonio del Estado para uso de la Familia Real. (Torres Blasco, diario El Mundo-El Día de Baleares, 26/06/01)