El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Portabella, afirmó que el número de turistas que visitan la ciudad aumentó un 1,9 por ciento durante el primer trimestre de 2001, en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que el número de pernoctaciones registró un crecimiento similar al primer trimestre de 2000.
El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Portabella, afirmó que el número de turistas que visitan la ciudad aumentó un 1,9 por ciento durante el primer trimestre de 2001, en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que el número de pernoctaciones registró un crecimiento similar al primer trimestre de 2000. Portabella respondió así al informe presentado ayer por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), que vaticina para la capital catalana un descenso del 1,3 por ciento del número de turistas a finales de 2001, diez puntos por debajo del crecimiento del 9,3 por ciento del año anterior. En opinión del concejal de Turismo, el informe "pone de manifiesto tendencias del mercado turístico, como la influencia de la desaceleración económica general en Europa", y subrayó que "las cifras del estudio son previsiones y las nuestras son recuentos reales" de visitantes. "Los indicadores que tenemos nos muestran una tendencia sostenida de crecimiento de la actividad turística, aunque seguramente a un ritmo más moderado que los últimos años", apuntó Portabella. El concejal argumentó que "en el nivel actual" del turismo "es comprensible que los incrementos anuales sean más moderados", pero "no estaríamos ante el peor año de la década, sino en el mejor o el segundo mejor de la década". El tercer teniente de alcalde comentó que, con la creación de 3.000 nuevas plazas hoteleras desde abril de 2000, "Barcelona está mejorando su oferta en el contexto de las principales capitales turísticas de Europa, y la demanda las está absorbiendo correctamente". El documento de la UAB señalaba como una de las causas de este hipotético decremento del número de turistas la recuperación de mercados como Croacia, Egipto o Turquía. En opinión de Portabella, este hecho "no incide especialmente sobre el turismo urbano", como es el de Barcelona, "sino que afecta más al turismo de sol y playa" y no lo consideró un factor "decisivo" en el balance turístico de 2001.
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