La alcaldesa en funciones de Palma de Mallorca, Carmen Feliú, destacó las consecuencias negativas que la huelga del colectivo del transporte discrecional en Baleares durante el pasado fin de semana ha causado en el turismo de la Isla, y aseguró que la situación se ha manejado pésimamente.
La alcaldesa en funciones de Palma de Mallorca, Carmen Feliú, destacó las consecuencias negativas que la huelga del colectivo del transporte discrecional en Baleares durante el pasado fin de semana ha causado en el turismo de la Isla, y aseguró que la situación se ha manejado pésimamente. Feliú subrayó, en declaraciones ayer a Europa Press, la "desorganización total entre las empresas, los trabajadores y el Gobierno balear, que no han podido llevar a buen puerto las negociaciones" lo que, a su juicio, ha dañado la imagen de Palma. "En Baleares se vive del turismo, y quizás al Gobierno balear no le ha interesado llegar a un acuerdo", dijo Feliú, que insistió que ella "ha luchado para ofrecer un turismo de calidad". También señaló la necesidad de "tomar medidas quienes tengan que tomarlas" para evitar que la situación del pasado fin de semana vuelvan a repetirse. En este sentido, reconoció que 8.000 personas durmiendo en el suelo "da una imagen de Tercer Mundo o peor". Así, señaló que la situación pasada no estuvo en sus manos y no era de su competencia, aunque abogó por evitar en el futuro situaciones similares.
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