Los campings del Pirineo español prevén un aumento de turistas nacionales del 5 por ciento este verano y, en el caso de los extranjeros, el incremento oscila entre el 3 y el 7 por ciento. Asimismo, estiman obtener un volumen de negocio de unos 11.000 millones de pesetas (66,11 millones de euros) durante los meses de julio, agosto y septiembre, frente a los 10.200 millones (61,30 millones de euros) del verano anterior.
Los campings del Pirineo español prevén un aumento de turistas nacionales del 5 por ciento este verano y, en el caso de los extranjeros, el incremento oscila entre el 3 y el 7 por ciento. Asimismo, estiman obtener un volumen de negocio de unos 11.000 millones de pesetas (66,11 millones de euros) durante los meses de julio, agosto y septiembre, frente a los 10.200 millones (61,30 millones de euros) del verano anterior. El gerente de la Federación Pirenaica de Campings, Josep Lluís Soler, señaló a Europa Press que se trata de una previsión "modesta" ya que, en función de los resultados de septiembre las cifras crecerán más. La Federación Pirenaica de Campings está formada por más de 40 empresarios y agrupa la principal oferta del sector, con más de 60.000 plazas turísticas repartidas en 133 campings. Navarra tiene más de 5.000 plazas, Aragón unas 10.000 y el resto corresponden a Catalunya. El sector genera entre 15.000 y 16.000 empleos de forma directa. El turismo nacional representa el 87 por ciento de los usuarios de los campings del Pirineo. Catalunya, Madrid y la zona de Levante son los tres mercados principales. En menor medida, también acuden visitantes de Valladolid, La Rioja y Castilla La Mancha "que empiezan a descubrir otros destinos diferentes de la costa", según Soler. Durante los tres meses de verano, el impacto turístico directo en los Pirineos es de 75.000 millones de pesetas (450,76 millones de euros), según señaló Soler. En cuanto a turismo extranjero, los franceses ocupan el primer puesto sobre todo debido a la proximidad de la zona. Les siguen los holandeses y los belgas, que permanecen una media de siete días en el camping, mientras que los franceses "generalmente son turistas de paso", explicó Soler. La mitad de los usuarios del camping son familias con uno o dos hijos y nivel medio-alto; el público juvenil, sobre todo senderistas y grupos escolares, representa entre el 25 y el 28 por ciento. PLENA OCUPACION En Catalunya los mayores índices de ocupación se registran en la Vall de Boí, declarada Patrimonio de la Humanidad este año, la Vall d'Aran y la Cerdanya. En la actualidad, la Vall de Boí está "colapsada" y las previsiones indican que continuará al 100 por ciento durante los meses de julio y agosto. "Nuestra política es la de no masificar y ofrecer unos servicios de calidad y comodidad", señaló Soler. Asimismo, afirmó que la entidad estudia aumentar el número de plazas en esta zona "para crecer con productos cualitativos". En la Vall d'Aran rozarán la plena ocupación hasta mediados de agosto y en la Cerdanya hasta el 25 de agosto, aproximadamente, según la experiencia de años anteriores. La comarca del Pallars Sobirà, con 10.000 plazas de camping, es, según Soler, "otro de los lugares más atractivos, por la combinación de naturaleza, parques nacionales, deportes de aventura y senderismo". La Vall de Camprodon, Setcases y la Vall de Núria también figuran entre los destinos más visitados. En Aragón las perspectivas señalan que el mes de julio será "muy bueno", pero la mejor época será la de finales de julio y todo el mes de agosto, sobre todo en los valles de Ordesa, Benasque y del Ara, donde la ocupación oscilará entre el 90 y el 100 por ciento, seguido de la Sierra de Guara. En Navarra, donde hay una oferta de más de 5.000 plazas, esta semana "está todo lleno", a causa de las fiestas de San Fermín. A mediados de julio la demanda bajará pero continuará con altos índices de ocupación "porque también hay menos demanda", entre otros aspectos. SEPTIEMBRE En septiembre, la demanda de camping en los Pirineos "cae en picado". No obstante, Soler estima que este año podría alcanzar entre el 30 y el 38 por ciento, frente al 25 por ciento de septiembre de 2000. "Podría ser un mes bastante positivo que mantendría la ocupación laboral y los ingresos", agregó. Durante el mes de septiembre, los turistas suelen ser universitarios que han finalizado sus exámentes y tienen alguna semana libre, extranjeros de la tercera edad que buscan "tranquilidad y relajarse" o bien profesionales liberales que prefieren hacer las vacaciones partidas y escogen algunos días de septiembre.
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