El presidente del gobierno balear, Francesc Antich, ha remitido una carta al presidente del gobierno central, José María Aznar, en la que le solicita una audiencia para pedirle que la comunidad isleña participe en la gestión de sus aeropuertos y se eviten, de esta forma, situaciones "caóticas" como las vivida la semana pasada debido a la huelga de los conductores de autobuses turísticos.
El presidente del gobierno balear, Francesc Antich, ha remitido una carta al presidente del gobierno central, José María Aznar, en la que le solicita una audiencia para pedirle que la comunidad isleña participe en la gestión de sus aeropuertos y se eviten, de esta forma, situaciones "caóticas" como las vivida la semana pasada debido a la huelga de los conductores de autobuses turísticos. En el escrito, que ha sido enviado el pasado fin de semana, Antich reprocha al presidente del gobierno las críticas que éste realizó desde México y le recuerda, textualmente, "que las competencias directas de los aeropuertos pertenecen al Ministerio de Fomento" y que también "son competencias de la Delegación de Gobierno las fuerzas de seguridad encargadas de velar por el cumplimiento de los servicios mínimos acordados por la Consejería balear de Obras Públicas, Vivienda y Transportes". El presidente de las Islas justifica la petición de una gestión compartida, "dando por sentado que, en el futuro, nuestros aeropuertos deberían integrarse plenamente en el ámbito de las competencias de Baleares", en que estas instalaciones son una pieza clave para la economía del archipiélago y, por tanto, por pura razón de eficacia, no debe "situarse al margen de la actuación de las instituciones autonómicas, como ha quedado demostrado en los últimos días". En la carta, Antich considera, además, que las conclusiones del Ejecutivo central, en las que se acusa al Gobierno de las Islas del "caos" que la protesta de los conductores de autobuses provocó en los aeropuertos, tiene "escasa credibilidad" ya que considera que se trata de un informe "de parte interesada". Aún así, el presidente reconoce que los problemas del turismo en las Islas "no se resolverán mediante pugnas dialécticas ni mediante informes parciales, sino mediante el diálogo y la cooperación" entre Instituciones. En este sentido el dirigente socialista asegura que la comunidad balear y el Gobierno central "deben dar ejemplo de racionalidad y abrir vías de diálogo que conduzcan a un clima positivo de confianza". Antich también remarca que su gabinete ha ofrecido a Madrid colaboración entre Administraciones "sin acabar de encontrar respuestas positivas". Es por eso que, a raíz del contexto difícil en el que se encuentra el turismo en las Islas y "en la dependencia de un sistema de transporte aéreo que se ha revelado frágil y vulnerable", que Antich pide que se abra "una nueva etapa de diálogo, de reflexión, de consenso y de soluciones".
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