Iberia y el Sepla se reúnen con el árbitro designado por el gobierno español para exponer sus argumentos

La dirección de Iberia y del SEPLA se reunieron ayer por separado con el árbitro designado por el gobierno español, Federico Durán, dispuestos a salvaguardar la imparcialidad del laudo con su actitud de respeto y colaboración hacia el mediador, que resolverá el conflicto originado por el convenio colectivo.El encuentro estaba previsto para que ambas partes presentaran sus reivindicaciones al árbitro, que deberá estudiar la documentación aportada y dictar una resolución vinculante que acabe, el próximo jueves, con la situación creada entre la empresa y el sindicato. Salvo que el árbitro y presidente en funciones del Consejo Económico y Social encuentre algún inconveniente en los documentos entregados, la reunión de dos horas que ha tenido ayer con cada una de las partes será la única toma de contacto entre el mediador, la empresa y el sindicato. El jefe del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) en Iberia, Jaime Lacasa, poco antes de entrevistarse con Durán, dijo que la actitud del sindicato es de "respeto y colaboración" y que así se mantendrá durante todo el proceso de negociación. Subrayó que esa actitud ha quedado demostrada con la desconvocatoria de las jornadas de huelga programadas para lo que resta del mes de julio y para agosto, a petición del ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos. Lacasa criticó que el presidente de Iberia, Xabier de Irala, no haya hecho un gesto similar "para crear un clima favorable al arbitraje" con la retirada de los expedientes abiertos a los comandantes de aeronave que presentaron su dimisión y la readmisión de los 27 pilotos "injustamente" despedidos. Por otra parte, los representantes de Iberia no quisieron pronunciarse acerca de la reunión porque la compañía pretende mantenerse al margen de todo cuanto tenga que ver con el arbitraje para salvaguardar la imparcialidad del laudo. Además, Iberia afirma que acatará la decisión que el mediador comunique el próximo jueves, que determinará, entre otras cosas, la duración del convenio y la situación en que quedará la clave 104, por la que los pilotos aceptaron en 1995 una reducción de sus salarios para intentar reflotar a la compañía, que atravesaba un mal momento económico. El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirmó que la coordinación y capacidad de interlocución del Gobierno han contribuido "determinantemente" a la solución del conflicto de Iberia, que de haber continuado "habría dañado seriamente los intereses generales". Respecto al arbitraje obligatorio, el titular de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, dijo que espera que suponga "el final definitivo" del conflicto entre Iberia y sus pilotos y que sirva de referencia para todos las desavenencias que puedan producirse en el ámbito de los servicios, sean públicos o no. A juicio del titular de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, los agentes sociales deben reflexionar sobre el derecho de huelga, especialmente en los "grandes conflictos de sectores estratégicos", que "deben estar sujetos a reflexión y mejora". El ministro aseguró que hay "mecanismos" en la actual normativa y "matices suficientes" introducidos por el Tribunal Constitucional "para actuar con prudencia y racionalidad" en los sectores en los que haya conflictos abiertos. Para la comisaria europea de Transporte y Energía, Loyola de Palacio, "es positivo que el Gobierno haya decidido intervenir, y espero que se resuelva cuanto antes el conflicto porque nos encontramos ante un momento trascendental" para el sector aéreo. El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, aseguró que el sindicato de pilotos de Iberia "ha hecho bien" desconvocando las huelgas que tenía previstas, ya que "no tenía ninguna salida y estaba enfrentado a toda la opinión pública".