Mientras las administraciones públicas discuten sobre si Cataluña pierde atractivo como destino turístico, los inversores internacionales lo tienen más claro y sitúan a Barcelona entre las cinco capitales europeas preferidas para comprar o construir un hotel y también entre las cinco donde una inversión hotelera puede ser más rentable a corto plazo, según la última encuesta de opinión a inversores hoteleros que elabora la consultora Jones Lang LaSalle (JLLS) con entrevistas a los 1.300 mayores inversores y propietarios hoteleros del mundo. El ranking está encabezado por Madrid, la ciudad en la que los inversores consideran que serán más rentables los proyectos a medio y a corto plazo, tras la que están Francfort, Munich y Barcelona.
Mientras las administraciones públicas discuten sobre si Cataluña pierde atractivo como destino turístico, los inversores internacionales lo tienen más claro y sitúan a Barcelona entre las cinco capitales europeas preferidas para comprar o construir un hotel y también entre las cinco donde una inversión hotelera puede ser más rentable a corto plazo, según la última encuesta de opinión a inversores hoteleros que elabora la consultora Jones Lang LaSalle (JLLS) con entrevistas a los 1.300 mayores inversores y propietarios hoteleros del mundo. El ranking está encabezado por Madrid, la ciudad en la que los inversores consideran que serán más rentables los proyectos a medio y a corto plazo, tras la que están Francfort, Munich y Barcelona. Jordi Frigola, vicepresidente de Inversión para España de Jones Lang LaSalle Hotels, señala que el aumento de la oferta hotelera previsto para los próximos cuatro años -con numerosos hoteles proyectados, principalmente en la zona de Diagonal Mar y el Fòrum 2004- no ensombrece las expectativas de los inversores. "Los proyectos actuales no van a generar un exceso de habitaciones en Barcelona. Desde 1990 la ciudad ha tenido un aumento medio del 4,4% en las plazas disponibles y las previsiones son que en los próximos cuatro años la oferta crezca un 5%, muy poco por encima de la media histórica. El nivel de ocupación del sector, además, es del 80%, uno de los más altos de Europa, con lo que la nueva oferta lo reducirá hasta el 77% o similar, que sigue siendo muy alto." El enfriamiento de la economía, sobre todo en Estados Unidos, sí que se ha notado en los inversores que, según JLLS, muestran mayor confianza en Europa y se han vuelto más cautos en sus inversiones. Según Frigola, el interés de los inversores en comprar hoteles en Barcelona no se ha reducido porque la ciudad es un emplazamiento estratégico para las grandes cadenas que "todas quieren tener un hotel aquí, aunque ahora quizás hacen unas proyecciones más conservadoras de sus cuentas de resultados". Otro estudio sobre el sector, elaborado por la consultora Forcadell, destaca que Barcelona pasará de 16.561 habitaciones en enero del año 2000 a 23.018 a finales del 2004, pero que la mayoría corresponderá a hoteles de cuatro y cinco estrellas, pese a que la mayor demanda de alojamiento es de turistas de clase media que optan por hoteles de hasta tres estrellas. Forcadell señala que esto puede desembocar en que sigan saturados los hoteles de hasta tres estrellas y forzar a los hoteles más lujosos a bajar precios para captar a estos visitantes. Para Jones Lang LaSalle, en cambio, los precios de las habitaciones de estos establecimientos han subido ya un 15% en lo que va de año "y aún son bajos respecto a los de otras ciudades europeas". Frigola destaca que "sí que se están construyendo hoteles de tres estrellas, pero en la periferia de Barcelona, en ciudades como Cornellà. El precio del suelo en la ciudad, y especialmente en emplazamientos céntricos, hace que los promotores no puedan rentabilizar el coste de construir un hotel con el precio del alquiler de las habitaciones de tres estrellas. (Rosa Salvador, diario La Vanguardia, 31/08/2001)
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