El presidente de la Federación Hotelera de las islas Pitiüses (Ibiza y Formentera), Joan Bufí, calcula que el número de turistas que han elegido este mes de agosto para pasar sus vacaciones en Ibiza y Formentera, supera el medio millón de personas: «Estimo que unas 540.000 personas, lo ha provocado que agosto haya sido sinónimo de agobio».
El presidente de la Federación Hotelera de las islas Pitiüses (Ibiza y Formentera), Joan Bufí, calcula que el número de turistas que han elegido este mes de agosto para pasar sus vacaciones en Ibiza y Formentera, supera el medio millón de personas: «Estimo que unas 540.000 personas, lo ha provocado que agosto haya sido sinónimo de agobio». Bufí basa sus cálculos en las cifras de turistas que han llegado al aeropuerto de Ibiza. Por ejemplo, el pasado fin de semana se marcó un nuevo récord en el aeródromo, con 127.000 pasajeros. Según datos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) en los tres últimos fines de semana han salido o llegado por avión a las Pitiüses 380.000 personas. A los registros récord de aeropuerto, deben sumarse las miles de personas que han arribado a nuestras costas en ferrys y yates de recreo. «Estas, a diferencia de los que llegan por avión son más difíciles de controlar», señala Bufí. La estancia media de los turistas venidos en agosto fue de 10 días. Desde la segunda quincena de agosto, el número de visitantes no ha parado de crecer. Para el presidente de la Federación Hotelera las Pitiüses se colapsan peligrosamente en estos 45 días: «No hay quien dé un paso, quien esté tranquilo en las playas. Todo está lleno de coches y gente». Según Joan Bufí, de los 540.000 turistas que llegan, sólo 90.000 lo hacen en hoteles: «El resto viene sin reserva y duerme en autocaravanas o en sus vehículos». Este tipo de buscavidas lo compone gente joven, con menos de 30 años. «Normalmente vienen con lo puesto atraídos por la oferta de discotecas y juerga loca de Ibiza», apunta. El presidente de la Federación es partidario de poner coto a este crecimiento desmesurado para que no perjudique al turismo: «Si no controlamos estos aluviones y la situación se colapsa, muchos veraneantes se lo pensarán dos veces antes de volver a Ibiza». Joan Bufí cree que el gobierno balear o el Consejo Insular deben tomar medidas reguladoras que moderen este aumento de visitantes, provocado, por lo que denomina oferta ilegal: «La integran los apartamentos y segundas viviendas de particulares que alquilan a otros particulares, debido al boom de la construcción, las plazas en este tipo de alojamientos se ha disparado». (Rafael F. Altable , diario El Mundo-El Día de Balares, 3/9/01)
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