El descenso del 4 por ciento del turismo extranjero al Reino Unido "se ha debido en parte a la crisis generada por la fiebre aftosa y las condiciones económicas en Gran Bretaña, sobre todo en relación a la fortaleza de la libra esterlina", según informó a Europa Press un portavoz del Brithys Tourism Autority.
El descenso del 4 por ciento del turismo extranjero al Reino Unido "se ha debido en parte a la crisis generada por la fiebre aftosa y las condiciones económicas en Gran Bretaña, sobre todo en relación a la fortaleza de la libra esterlina", según informó a Europa Press un portavoz del Brithys Tourism Autority. En este sentido apuntó respecto al mercado norteamericano que "ha asociado la fiebre aftosa con el mal de las vacas locas". Asimismo, recordó que han aparecido en las televisiones americanas "noticias sensacionalistas sobre este asunto, lo que llevó a muchos ciudadanos de ese país a cancelar sus reservas". Esta situación, llevó incluso al primer ministro británico, Tony Blair, a ofrecer entrevistas a cadenas estadounidenses en las que explicaba que "la fiebre aftosa no suponía ningún peligro de contagio para los humanos", añadió. Este portavoz aseguró que el Gobierno destinará 3.812 millones de pesetas (22,91 millones de euros) a promociones especiales y campañas publicitarias destinadas a fomentar el turismo británico en distintos países del mundo. Gran Bretaña fue visitada por 11,2 millones de turistas en el primer semestre de 2001, lo que supone un descenso del 4 por ciento respecto al mismo período del año anterior. Los ingresos por turismo ascendieron a 1,4 billones de pesetas (5.240 millones de libras) en la primera mitad del año, cifra un 7 por ciento inferior a la registrada en el mismo período de 2000. La cifra de turistas procedentes de Europa cayó un 4 por ciento en el primer semestre. En concreto, el mercado emisor austríaco cayó un 29 por ciento; el italiano un 17 por ciento; el alemán un 14 por ciento; el de Suecia y Finlandia un 10 por ciento; el de Noruega un 6 por ciento; el de Francia un 5 por ciento y el de España un 1 por ciento. El número de visitantes procedentes de Estados Unidos descendió un 5 por ciento; el de Canadá un 11 por ciento; el de Japón un 25 por ciento; el de Australia y Nueva Zelanda un 5 por ciento. Por contra, subió el número de turistas de Bélgica y Luxemburgo (18 por ciento), Portugal (20 por ciento), Irlanda (5 por ciento) y Sudáfrica (34 por ciento). España emitió 840 turistas a Gran Bretaña en 2000, más de la mitad de edades comprendidas entre 25 y 44 años. El total de pernoctaciones realizadas por españoles ascendió a 8.624 y los ingresos por turismo español fueron de 108.794 millones de pesetas (653,8 millones de euros/409 millones de libras) en el mismo año. El sector turístico británico ingresa unos 17 billones de pesetas (102.156 millones de euros/63.900 millones de libras) y emplea a 1,8 millones de personas. En 2000, Gran Bretaña ingresó, de sus 25,2 millones de turistas extranjeros, un total de 3,4 billones de pesetas (20.463 millones de euros/12.800 millones de libras), un 2 por ciento más que en el mismo período del año anterior.
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