El turismo mundial hacia Estados Unidos, que ya estaba a la baja a consecuencia del alto valor del dólar, se verá gravemente afectado durante meses por los atentados del martes, según indican los profesionales del sector turístico.
El turismo mundial hacia Estados Unidos, que ya estaba a la baja a consecuencia del alto valor del dólar, se verá gravemente afectado durante meses por los atentados del martes, según indican los profesionales del sector turístico. Las compañías de transporte y las agencias de viaje deben hacer frente a la situación de crisis, pero se encuentran prácticamente sin noticias de sus clientes que están bloqueados en territorio norteamericano por el cierre de aeropuertos, que ha impedido el desplazamiento de decenas de miles de ellos. Ante el temor y la incertidumbre se produce lo lógico, cancelaciones masivas de viajes previstos hacia Estados Unidos. La ciudad de Nueva York, que es el primer destino turístico de ese país recibió el año pasado 37.4 millones de turistas, una cifra récord, de los cuales cerca de siete millones eran extranjeros. Es pronto para hacer cálculos, pero este año las cifras distarán mucho de parecerse a las de 2000. El más claro ejemplo del caos aéreo debido al temor existente es que todas las compañías aéreas internacionales que vuelan regularmente a Estados Unidos suspendieron todos sus vuelos hacia ese país el mismo día del atentado y ayer ninguna de ellas voló hacia EE.UU. Asimismo, las autoridades estadounidenses de aviación civil anunciaron que el espacio aéreo de EE.UU quedaba parcialmente abierto a partir de la tarde de ayer aunque bajo fuertes controles de seguridad. De la misma manera se encontraban los aeropuertos de Madrid, Barcelona y otros capitales europeas que a pesar de la cancelación de numerosos vuelos continuaba la actividad bajo las medidas de seguridad. Al mismo tiempo, el ministro israelí de Transportes, Ephram Sneh, decidió reabrir progresivamente durante todo el día de ayer el espacio aéreo a los aparatos de compañías extranjeras. A pesar de las fuertes medidas y de la vuelta poco a poco a la normalidad seguían ocurriendo escenas marcadas por el temor. Así, tres pasajeros musulmanes fueron expulsados de un avión de la compañía alemana Lufthansa después de que el piloto se negara a trasladarlos alegando razones de seguridad. El clima de inseguridad turística se extenderá incluso más allá de la vuelta la normalidad en EE.UU, ante el temor a las represalias de ese país. Las agencias de viajes, las cadenas hoteleras y los operadores están a la expectativa de ver cuál es la reacción de Estados Unidos para poder evaluar con una cierta exactitud cuál será la repercusión del conflicto en el sector turístico. De entrada, tanto la Cúpula Asociativa de las Agencias de Viajes Españolas(Caave) como la Associació Catalana d'Agències de Viatges (ACAV) confirmaron ayer la caída en picado de las reservas para los viajes programados para los próximos días a EE.UU. y a países de Oriente Medio. "Las cancelaciones de todos los viajes desde España a Estados Unidos y a la inversa es por motivos obvios, el cierre de los aeropuertos y la consiguiente imposibilidad del desplazamiento, hay que ver lo que pasará después", manifestó ayer la gerente de la ACAV, Marián Muro. Destinos que este año habían resurgido con fuerza, como Turquía o Egipto, han resultado "tocados", además de otros países como Siria, Jordania o Israel, según confirmó ayer José Manuel Maciñeiras, vicepresidente de la Caave. No obstante, Maciñeiras insiste en que las cancelaciones se limitan a los viajes previstos en un plazo de una semana y que, en función de cómo evolucionen los acontecimientos la situación podría tender a la normalidad. Grandes grupos como Barceló detectaron ayer no sólo el descenso de los viajes a los destinos citados sino también anulaciones dentro de la propia Europa y de España, hecho que atribuyeron a "la psicosis a volar, después de los atentados". Maciñeiras apuntó que "ahora es el momento de que todos los países incrementen las medidas de seguridad en los aeropuertos; tiene que haber una reacción global porque, a medida que pasa el tiempo, las medidas de seguridad se van suavizando". En este sentido, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha solicitado a sus 276 compañías aéreas afiliadas que revisen sus medidas de seguridad y que extremen su vigilancia después de los atentados de EE.UU., según informó el director de comunicación de la Asociación, William Guillard. Por otra parte, las cadenas hoteleras españolas aseguran que sus hoteles en Estados Unidos "están funcionando con normalidad". En este sentido, tanto los directivos de la cadena Riu como los de la cadena Barceló afirmaron que sus establecimientos no han registrado ningún incidente. (HOSTELTUR)
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