El proceso de venta de Aerolíneas Argentinas parece llegar a la recta final. Su actual propietario, la SEPI, estudiará hoy las cuatro ofertas presentadas. De ellas, la de Marsans y la del consorcio encabezado por el empresario argentino Juan Carlos Pellegrini se perfilan como finalistas. La SEPI está dispuesta a compartir con la empresa ganadora la deuda actual de la compañía, estimada en unos 900 millones de dólares (unos 170.000 millones de pesetas).
El proceso de venta de Aerolíneas Argentinas parece llegar a la recta final. Su actual propietario, la SEPI, estudiará hoy las cuatro ofertas presentadas. De ellas, la de Marsans y la del consorcio encabezado por el empresario argentino Juan Carlos Pellegrini se perfilan como finalistas. La SEPI está dispuesta a compartir con la empresa ganadora la deuda actual de la compañía, estimada en unos 900 millones de dólares (unos 170.000 millones de pesetas).La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) pisa el acelerador en el proceso de venta de la compañía aérea de bandera Aerolíneas Argentinas. El ente público que preside Ignacio Ruiz Jarabo estudia hoy las cuatro ofertas finalistas y podría ultimar la elección de un ganador. La decisión podría recibir el visto bueno del Gobierno en el Consejo de Ministros del día 21. A la recta final del proceso de adjudicación llegan como candidatos mejor colocados la empresa española de turismo Marsans y el consorcio que encabeza el empresario argentino Juan Carlos Pellegrini. No se descarta que la SEPI pudiera decantarse por solicitar, en última instancia, la integración de ambas ofertas, pero hasta ayer mismo los candidatos trabajaban de forma independiente para conseguir la adjudicación en solitario. Los compases finales del proceso de licitación han estado protagonizados por las discusiones entre el vendedor y los aspirantes a compradores sobre la asunción de la abultada deuda que arrastra Aerolíneas Argentinas y que supera los 900 millones de dólares. Los aspirantes mejor colocados han realizado una fuerte presión durante las últimas semanas sobre el Gobierno español, y al final parece haberse llegado a una solución salomónica de reparto. Fuentes conocedoras de las ofertas han señalado que sobre el asunto del pasivo hay que tener en cuenta que "Aerolíneas Argentinas está en situación de convocatoria de acreedores (suspensión de pagos) y el monto final de la deuda a liquidar puede ser muy inferior al que actualmente se contabiliza". En este sentido aseguran que "la presencia de la SEPI como interesado puede ser determinante a la hora de negociar la reducción". Hay que recordar que cuando la SEPI se decidió a convocar un concurso para vender Aerolíneas Argentinas, tras fracasar en su deseo de imponer el Plan Director, se presentaron nueve candidatos. Inmediatamente fueron descartados cinco y quedaron sólo cuatro para la lucha final. El primero de los elegidos fue un consorcio encabezado por Juan Carlos Pellegrini, ex presidente de Aerolíneas entre 1973 y 1983, que dice contar con garantías bancarias suficientes así como con amplios conocimientos del sector y de la empresa. Es la única oferta que cuenta con el apoyo público y explícito de los sindicatos de la compañía, ya que en conversaciones con Pellegrini éste prometió mantener la totalidad de los puestos de trabajo y hacer crecer a la compañía de bandera. El segundo candidato finalista es el grupo turístico español Marsans, a través de su participada argentina Air Comet. El presidente de Marsans es el empresario español Gonzalo Pascual, que preside a su vez la aerolínea española Spanair. El conglomerado mantiene las mejores relaciones institucionales y accionariales con la compañía escandinava SAS. El tercer finalista es un fondo de inversión estadounidense sobre cuya identidad la SEPI ha guardado absoluta reserva por expresa petición del ofertante. Se estima que es la propuesta con menos posibilidades y que, si bien tiene un sólido respaldo financiero, no cuenta con una compañía aérea que pueda llevar adelante la gestión de Aerolíneas. El grupo Pescarmona, cuarto candidato, es uno de los más importantes nombres de la economía argentina. Radicado en la ciudad de Mendoza, cuenta con más de 100 años de historia y presencia en los sectores de bienes de capital, generación de energía, componentes de la industria de automoción, telecomunicaciones y servicios medioambientales y seguros. El grupo cuenta con 8.500 trabajadores y su cifra de negocios en 2000 fue de 1.150 millones de euros (unos 192.000 millones de pesetas). (Antonio Ruiz del Árbol, Ángel Jozami, diario Cinco Días, 14/09/01)
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