El presidente de la aerolínea estadounidense United Airlines, James E. Goodwin, ha asegurado que "sin la ayuda financiera del gobierno norteamericano, el sector del transporte aéreo podría derivar en una situación de bancarrota" y ha confirmado definitivamente el despido de aproximadamente 20.000 empleados tras los atentados de Nueva York y Washington el 11 de septiembre en el que dos de sus aviones se vieron involucrados al ser secuestrados y que han provocado una "drástica" reducción en su programa de vuelo.
El presidente de la aerolínea estadounidense United Airlines, James E. Goodwin, ha asegurado que "sin la ayuda financiera del gobierno norteamericano, el sector del transporte aéreo podría derivar en una situación de bancarrota" y ha confirmado definitivamente el despido de aproximadamente 20.000 empleados tras los atentados de Nueva York y Washington el 11 de septiembre en el que dos de sus aviones se vieron involucrados al ser secuestrados y que han provocado una "drástica" reducción en su programa de vuelo. Los despidos se realizarán en todos los departamentos de la aerolínea y se llevarán a cabo "lo antes posible", aseguró Goodwin, quien añadió que la compañía continúa asistiendo a las familias, amigos y víctimas afectadas por el "terrible" suceso mientras intenta salvarse a sí misma. Por otra parte, la compañía se encuentra trabajando con el Gobierno norteamericano, con otras aerolíneas del país para estudiar la posibilidad de que el Congreso estadounidense apruebe la concesión de ayuda económica a las compañías aéreas del país que se vieron "duramente" afectadas por los sucesos terroristas. El presidente de United Airlines señaló que todo el sector de la industria se ha visto "muy afectado" por el impacto de los atentados de la semana pasada, por lo que desde el punto de vista financiero se encuentra "en situación de riesgo". Los vuelos de la compañía estadounidense se redujeron un 20 por ciento tras los atentados por lo que actualmente opera, aproximadamente, 1.900 vuelos diarios, señalaron las mismas fuentes. United Airlines se une, de esta forma, a otras aerolíneas norteamericanas que ya han anunciado despidos como Continental Airlines, que recortará su plantilla en 12.000 empleados o US Airways, que prevé despedir a 11.000 trabajadores como consecuencia del efecto de los atentados en su cuenta de resultados. Las compañías aéreas europeas también se suman a esta decisión. Virgin Atlantic anunció el pasado lunes, día 17, el despido de 1.200 empleados y la reducción de su programa de vuelos a Estados Unidos un 20 por ciento; Alitalia prevé despedir a 3.000 empleados y British Airways ha confirmado esta misma mañana su intención de recortar su plantilla en 7.000 trabajadores. Por otra parte, diversos representantes de aerolíneas canadienses se reunirán hoy con el ministro de Transporte de Canadá, David Collenete, para encontrar una solución a las pérdidas a las que estas compañías tienen que hacer frente tras los atentados y al incremento de costes que supondrá la intensificación de las medidas de seguridad. Por su parte, las compañías aéreas privadas españolas integradas en la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) anunciaron ayer que si no reciben ayudas del Ejecutivo, los ingresos para este año podrían reducirse en 40.000 millones de pesetas (240,4 millones de euros).
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