El gobierno español cree que el año concluirá con un crecimiento del turismo del 3 por ciento, de acuerdo con las previsiones, a pesar de la desaceleración económica internacional y de la incertidumbre surgida tras los atentados terroristas en los Estados Unidos el pasado día 11, según informó a Europa Press el secretario general de Turismo, Juan José Güemes, que participa desde el pasado lunes, día 24, en Seúl en la XIV Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
El gobierno español cree que el año concluirá con un crecimiento del turismo del 3 por ciento, de acuerdo con las previsiones, a pesar de la desaceleración económica internacional y de la incertidumbre surgida tras los atentados terroristas en los Estados Unidos el pasado día 11, según informó a Europa Press el secretario general de Turismo, Juan José Güemes, que participa desde el pasado lunes, día 24, en Seúl en la XIV Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Güemes argumentó que el sector turístico español parte de una mejor posición comparativa ya que no depende del mercado emisor norteamericano, que representa sólo el 2 por ciento de las llegadas internacionales anuales a España, y a que los principales países emisores de turistas (Gran Bretaña y Alemania) son europeos, por lo que no se verá afectado por la previsible caída de los viajes de larga distancia. En general, afirmó Güemes, "los países del Hemisferio Norte sufrirán menos las consecuencias de los ataques terroristas en Washington y Nueva York porque en septiembre habían cerrado prácticamente su temporada alta". En relación a España, indicó que hasta agosto se registró un crecimiento del 4,5 por ciento en llegadas de turistas extranjeros, un 1,5 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, y que las previsiones apuntan a que septiembre aportará también cifras positivas de crecimiento. "Hasta ahora todo apunta a que en septiembre se registrarán también datos positivos, ya que no se han producido cancelaciones, aunque las conversaciones con los turoperadores indican una desaceleración de las reservas en el último trimestre de 2001 y en el inicio de la temporada del año que viene", indicaron. En este sentido, indicó que España se verá beneficiada ante esta recesión del mercado turístico, de su "imagen de país seguro", al tiempo que puntualizó que el turismo español no debe perder de vista sus principales líneas de trabajo orientadas a conseguir una mejora de la calidad y la contención de los precios, a aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, así como a diversificar los países emisores y los productos turísticos. Güemes destacó, además, que los nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2002 destinarán más recursos a la promoción turística y añadió que se continuará con las campañas en Estados Unidos, en las que se han invertido durante este año un total de 906,6 millones de pesetas (5,4 millones de euros/5 millones de dólares), en colaboración con socios estratégicos locales como la Asociación Americana de Agencias de Viajes (ASTA) y compañías líderes en el sector de cruceros y viajes, además de con empresas españolas como Iberia. "El desarrollo de las estrategias de promoción deben perseguir resultados a medio o largo plazo, pero nunca efectos inmediatos", explicó en relación al mantenimiento de los proyectos de relanzar el destino español en Estados Unidos. "Ahora no podemos retirar nuestro apoyo a un mercado norteamericano para el que ahora están imprescindibles", matizó. Respecto a las medidas que el Gobierno adoptará para hacer frente a la desaceleración del sector, Güemes indicó que se mantendrán de manera permanente los contactos con el sector privado, especialmente hoteleros y aerolíneas, para conocer la visión empresarial y el desarrollo de la crisis. Por otro lado, siguiendo la postura comunitaria, el secretario general de Turismo reafirmó la imposibilidad de ofrecer las ayudas directas solicitadas por las compañías aéreas y destacó que los gobiernos europeos han apoyado al sector al responsabilizarse del margen que se han negado a cubrir las aseguradoras tras los atentados en Estados Unidos, cobertura que es imprescindible para poder sobrevolar ciertos espacios aéreos, explicó Güemes. Asimismo, indicó que, a pesar de las consecuencias negativas inmediatas de los atentados, las aerolíneas se beneficiarán en los próximos meses de mejoras macroeconómicas como la apreciación del euro, la reducción de los tipos de interés, además de la estabilidad del precio del petróleo. Güemes reiteró que la política del Gobierno seguirá orientada a la mejora de la relación calidad-precio, la diversificación, desestacionalización e introducción de nuevas tecnologías. Por otro lado, el secretario general de Turismo se refirió a la participación española en la Organización Mundial del Turismo, cuya sede está en Madrid, e indicó que la OMT ofrece la oportunidad a España de extender las relaciones bilaterales y de cooperación con otros países en un sector en el que es "líder" y "ejemplo" para otros Estados. Además, Güemes apuntó hacia los esfuerzos que está haciendo la Organización para mejorar las estadísticas turísticas mediante la creación de la Cuenta Satélite del Turismo, cuya metodología será aplicada por España a principios de 2002. Esta cuenta satélite aportará mayor conciencia a nivel internacional del impacto económico del turismo, al ofrecer cómputos rigurosos y homologados internacionalmente, y dará a la OMT mayor credibilidad entre las instituciones financieras internacionales y organizaciones políticas. Asimismo, será un "elemento esencial" para medir el impacto económico del turismo en la Balanza de Pagos en los países de la Unión Europea, cuando se produzca la unificación monetaria y no sea posible cuantificar el peso del turismo mediante las transacciones monetarias. Por último, se refirió a los esfuerzos que la OMT debe hacer para incorporar a países como Estados Unidos o Gran Bretaña, así como para "acercarse a la realidad de la descentralización de las competencias en turismo", aunque matizó que la OMT "seguirá siendo una organización de naturaleza intergubernamental", que mantendrá e impulsará los mecanismos de participación del sector privado y administraciones locales o regionales con responsabilidades en Turismo. El secretario general de la OMT, Francesco Frangialli, propuso a la Asamblea evolucionar hacia una estructura que no admita únicamente como miembros a los gobiernos, sino también a aquellas entidades locales que tengan competencias turísticas, un aspecto que no es compartido por países miembros como España o Francia.
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