Los sindicatos aeronáuticos de Argentina han recibido con "marcada cautela" la noticia de que la compañía Air Comet, participada por los propietarios del grupo español Marsans se hará cargo de Aerolíneas Argentinas (AA), como informó ayer en Madrid la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Los sindicatos aeronáuticos de Argentina han recibido con "marcada cautela" la noticia de que la compañía Air Comet, participada por los propietarios del grupo español Marsans se hará cargo de Aerolíneas Argentinas (AA), como informó ayer en Madrid la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Así, la presidenta del sindicato de aeronavegantes, Alicia Castro, dijo a Europa Press que "lamentaba" que el gobierno argentino "no haya cumplido con la recomendación del Congreso, que instaba a que se hiciera una oferta pública por AA y que se conocieran los planes operativos de los interesados, para que el proceso tuviera transparencia". "Nada de esto ocurrió y no se conocieron los detalles de la propuesta de Air Comet", aseguró Castro, quien añadió que "sólo tuvo lugar una reunión de carácter informal. El gobierno argentino ni se acordó de esta negociación y esto es muy preocupante". Asimismo, dijo que "el gobierno de la Alianza aceptó una reprivatización tan oscura como la que hizo en su momento el menemismo", sostuvo Castro. Por otro lado, Castro lamentó que Argentina "haya perdido la posibilidad de tener una política aerocomercial, que tiene que ver con los intereses estratégicos del país y desarrollar una política turística al dejar la línea de bandera en poder de capitales extranjeros". "Creo que que era lógico que los españoles le dieran la empresa a capitales españoles", concluyó la presidenta del sindicato de aeronavegantes. Por su parte, el secretario general de la Asociación Personal Aeronaútico, Ariel Basteiro, aseguró en declaraciones a 'Radio Mitre' que su sindicato se "encuentra preocupado, al margen de las garantías que hayan dado sobre la estabilidad laboral, porque tiene la experiencia de lo que pasa cuando la empresa está en manos de un directo competidor de AA". Basteiro dijo que "como el grupo Marsans es propietario de Spanair, la segunda aerolínea española, podría entrar en contradicción con AA, como ya ocurrió en su momento con Iberia Y Podría usar a AA como un apéndice de Spanair". Sin embargo, aseguró que "habrá que esperar" y que "lo que está cada vez más claro es que para que AA siga funcionando, los trabajadores deberán convertirse en fiscales de este nuevo proceso que se inicia". También criticó la inacción del gobierno argentino en el proceso de venta y dijo que la primera medida que deben tomar los nuevos dueños es la reactivación de los vuelos internacionales, suspendidos desde hace cuatro meses. El sindicalista recordó, no obstante, que hace cuatro meses la empresa estaba en quiebra y "miles de familias en peligro de quedar en la calle y gracias a que nosotros luchamos y la sociedad argentina tomó conciencia del problema de AA, ahora el grupo español asegura la continuidad de la empresa y todos esperamos un futuro prometedor".
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