El nuevo dueño de Aerolíneas Argentinas, el grupo español Marsans, asegura que intentará mantener la estabilidad laboral de los empleados, lo que despertó la confianza de los argentinos. Además, el Gobierno argentino manifestó su satisfacción por la venta.
El nuevo dueño de Aerolíneas Argentinas, el grupo español Marsans, asegura que intentará mantener la estabilidad laboral de los empleados, lo que despertó la confianza de los argentinos. Además, el Gobierno argentino manifestó su satisfacción por la venta. En un comunicado publicado ayer en los principales diarios porteños, Air Plus Argentina y Marsans Internacional, manifiestan su "plena satisfacción" por la compra de Aerolíneas Argentinas (AA) y su subsidiaria Austral. "Si bien los plazos, planes comerciales y de reforma de las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral se darán a conocer una vez evaluado el estado y las condiciones en que se reciban dichas empresas, el Grupo Marsans desea ratificar que sus objetivos son y serán el asegurar el crecimiento y el desarrollo de ambas", según el comunicado. El texto añade que "nuestro plan de trabajo previsto está basado en cuatro pilares fundamentales: la estabilidad y continuidad laboral de sus colaboradores, entendiendo que esta fuerza es la base sobre la que se harán realidad los diferentes objetivos que se formulen en el tiempo; el crecimiento de su fuerza laboral, que será resultado de la necesidad de contar con profesionales capacitados el restablecimiento de rutas, destinos y servicios; un agresivo plan de productividad, en el cual los trabajadores serán los responsables directos y los beneficiarios inmediatos de las mejoras en el servicio y del aumento de la productividad general de las empresas; y el aumento de la actividad laboral, que contempla la reorganización de tareas y la creación de nuevos servicios dentro de las empresas para dotarlas de una mayor eficiencia operativa". El portavoz del grupo Marsans en Argentina, Julio Scaramello, en declaraciones ante la radio argentina aseguró que los nuevos dueños de la compañía se harán cargo de la empresa en 30 o 40 días y explicó que a partir de ahora se mantendrán las rutas que sean rentables, debido a que "se acabó eso de que por tener presencia de la bandera argentina había cuatro vuelos semanales a Tokio cuando la mayoría volaba vacío" y aseguró que ahora "quizás haya un sólo vuelo a Japón por semana, porque la idea es que se complete al menos en un 70 por ciento". El Gobierno argentino celebró la venta de Aerolíneas. El ministro de Infraestructura, Carlos Bastos, dijo que los planes de los nuevos dueños son "toda una buena noticia" y descartó que las otras empresas aéreas de Marsans, Spanair y Air Plus, puedan competir con Aerolíneas Argentinas. "Spanair y Air Plus son líneas áreas que van a ser complementarias de Aerolíneas, no competitivas", como antes ocurría con Iberia, dijo Bastos. El ex jefe de gabinete de la Alianza y actual candidato a senador porteño, Rodolfo Terragno dijo que la venta de Aerolíneas es mejor que la quiebra. Aunque consideró que "el Estado argentino que se desentendió de Aerolíneas en esta etapa no puede desentenderse de aquí en adelante, porque la regulación del transporte aéreo es una función del Estado que no se puede delegar". Los sindicatos aeronáuticos, que anoche se reunieron con la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, no anunciaron nuevas medidas de fuerza y esperan cobrar sueldos atrasados a partir de la próxima semana, según fuentes del gremio.
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