Empresarios de la Costa del Sol creen que a partir de enero de 2002 se captarán clientes de la Cuenca Mediterránea

Empresarios de la Costa del Sol pronostican que a partir de enero de 2002 turistas que tenían previsto viajar a destinos de la Cuenca Mediterránea y del Norte de África podrían desviarse a esa zona, que podría experimentar incrementos similares a los que en estos momentos vive Canarias, según aseguraron tanto el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, Miguel Sánchez, como el director de la cadena El Fuerte Hoteles, José Luque. Ambos intervinieron en la tarde de ayer en la Junta Rectora del Patronato de Turismo de esta zona celebrada en Torremolinos y convocada para analizar cómo la situación generada tras los atentados del 11 de septiembre afectará a esta zona como destino turístico. "No nos dejemos contaminar por esa onda de pánico" pidió Luque, quien, al igual que Sánchez, admitió que la ocupación de los hoteles malagueños en estas fechas es peor que la del año pasado. "Los hoteleros notaremos en los próximos meses un descenso importante en la ocupación", pronosticó Sánchez, quien indicó que se podrán vivir "dos o tres meses difíciles". Menos optimistas se mostraron los representantes de las agencias de viajes. Concretamente, desde Viajes Astral se señaló que para los próximos cuatro meses apenas han efectuado reservas por parte de británicos y escandinavos para pasar sus vacaciones en la Costa del Sol. "Tenemos entre un 25 y un 30 por ciento menos de reservas para los meses de verano", aseguró el representante de Viajes Astral, Julio García. Por su parte, el representante de Mundicolor, Luis Pérez, también aseguró que su empresa ha registrado descensos en las ventas. Sin embargo, todos los empresarios representantes del sector reunidos coincidieron en señalar que el turismo residencial "ayudará a sostener" la situación en estos "meses difíciles". El Patronato de Turismo de la Costa del Sol destinará el próximo año a promoción el 75 por ciento de su presupuesto, que será algo mayor de 800 millones de pesetas (4,81 millones de euros). Los empresarios solicitaron que este dinero se destine principalmente a llegar al consumidor final, especialmente de Gran Bretaña, Alemania y los países escandinavos.