Iberia concretó ayer una serie de pasos que está dando para hacer frente a la caída de la demanda y al aumento de costes tras los atentados del 11 de septiembre y el clima de crisis aérea mundial, con la reducción del número de asientos entre Baleares y Península, en aproximadamente 7%.
Iberia concretó ayer una serie de pasos que está dando para hacer frente a la caída de la demanda y al aumento de costes tras los atentados del 11 de septiembre y el clima de crisis aérea mundial, con la reducción del número de asientos entre Baleares y Península, en aproximadamente 7%. Por contra, Spanair y Air Nostrum mantendrán la programación actual mientras que Air Europa está todavía pendiente de ajustar su estrategia para hacer frente a la caída coyuntural de clientes. Representantes de estas compañías y de las «charters» que tienen sede en Baleares se reunieron ayer con el consejero de Obras Públicas, Habitación y Transportes , Francesc Quetglas, para darle a conocer sus problemas, peticiones y previsiones ante la incertidumbre común. Pese a todo, Quetglas aseguró que «no hay una situación de amenaza en profundidad la estructura de vuelos en Baleares». El consejero hizo piña con las compañías aéreas y criticó el incremento «brutal» de las tasas aeroportuarias en un momento que «no es el oportuno». Quetglas se ofreció a, en nombre del Gobierno balear, trasladar ante el Gobierno del estado las peticiones de las compañías de no subir estas tasas, congelar el cobro de las mismas y cargar sobre los Presupuestos Generales del Estado el incremento de los costes de seguridad en los aeropuertos. El Gobierno «en vez de ayudar, penaliza aún más a las compañías», afirmó el consejero. Quetglas indicó que Iberia tiene previsto recortar alrededor del 8% la oferta de vuelos en su red nacional y, proporcionalmente un 2-3% en Baleares (el representante de Iberia, Manuel López Colmenarejo, concretó posteriormente que la reducción del 1-2% era conjuntamente con la franquiciada Air Nostrum mientras que Iberia en solitario se cifraba en un 7%). El director comercial de Iberia, Manuel López Colmenarejo, indicó que Baleares vive como el resto de la red de vuelos de la compañía, una «situación muy complicada», ya que a nivel nacional la bajada de demanda ha sido de un 10-12%. Estas medidas suponen ralentizar la entrega de nuevos aviones y devolver de forma perentoria en noviembre los 6 aparatos que tiene alquilados con tripulación a Air Europa. No cifró cómo puede afectar a la plantilla el ajuste reconociendo que «se está discutiendo». Luis Dans, director comercial de Spanair, afirmó que esta compañía pretende mantener en Baleares en programa de invierno previsto y afirmó que se ha visto una cierta recuperación las últimas fechas. Desde Air Nostrum, Ana Latorre confirmó no se reducirá ningún vuelo en las islas, a pesar del cierto decrecimiento de la demanda. Y Manuel Panadero, director general de Air Europa, adelantó que se «ajustará al máximo la programación». (Javier de Benito, diario El Mundo-El Día de Baleares, 19/10/01)
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