El Gobierno español retirará a las aerolíneas los permisos de vuelo que no utilicen

El Consejo de Ministros de España tiene previsto otorgar hoy, en su habitual reunión de los viernes, luz verde al decreto ley que permitirá al Ministerio de Fomento retirar a las compañías aéreas los permisos de vuelo (conocidos en la jerga del sector como «slots») que no utilicen. Pero La Moncloa no descarta ir más allá: en estos momentos estudia declarar obligación de interés público los enlaces aéreos que unen la Península con Baleares. El ministro del ramo, Francisco Álvarez-Cascos, ha tardado nueve días en formalizar la promesa que hizo en el Senado el pasado 24 de octubre: «Soy partidario de retirar a las compañías aéreas los slots históricos no utilizados durante la próxima temporada de invierno 2001-2002 para facilitar su reasignación a otras compañías». Álvarez-Cascos fue incluso más allá, al anunciar que «El Gobierno está estudiando con urgencia una norma para sancionar el incumplimiento de los preceptos exigidos en el reglamento europeo». La medida nace tras las intensas gestiones realizadas en los últimos días por el ministro de Medio Ambiente, el mallorquín Jaume Matas, y la adjunta al Defensor del Pueblo, la ibicenca María Luisa Cava de Llano. El decreto ley saldrá adelante esta misma mañana, salvo sorpresa monumental. Ayer por la tarde figuraba en la carpeta de decretos que maneja el Ministerio de la Presidencia con el sello de «prioritario». Esta contundente medida permitirá sancionar con dureza a las compañías que, como Iberia, Spanair y Air Europa, han eliminado sin avisar buena parte de los trayectos Baleares-Península programados para este invierno. El ministro de Fomento no estará atado de pies y manos como sucede en estos momentos. Francisco Alvarez-Cascos carecía hasta hoy de potestad legal para sancionar a las aerolíneas que «alquilan» un «slot» y luego se «olvidan» de él. Muchas lo hacen, al parecer, con objetivos espurios: eliminar a los rivales de las franjas horarias más deseadas. Las cosas cambiarán radicalmente a partir de hoy, ya que el Ejecutivo podrá asignar a la competencia los permisos de vuelo que no se utilicen. También se dota al Ministerio de Fomento de armas legales para perseguir el intercambio fraudulento de franjas horarias (slots) entre compañías, otra de las prácticas más extendidas en el sector aéreo. «A partir de ahora se sancionará con la pérdida del «slot» a las compañías que no devuelvan en las fechas previstas las franjas horarias que no vayan a utilizar, de forma que se permita su reasignación a otras compañías», apuntan desde el Ministerio de Fomento. Iberia, Spanair y Air Europa anunciaron la cancelación de una parte sustancial de los vuelos previstos para este invierno el pasado 22 de octubre o, lo que es lo mismo, una semana antes de que se modificase la programación. Y eso que hasta entonces tan sólo se habían limitado a anunciar la reducción de un 7% de la capacidad de pasaje. Esta floritura verbal escondía una trampa: la temida supresión de vuelos. El plantón ha afectado a Baleares, en general, y a las Pitiüses, en particular. Los tres trayectos diarios que Iberia cumplía en invierno entre Eivissa y Madrid han quedado reducidos a uno tras el inesperado anuncio de la semana pasada. Spanair también renuncia a viajar a diario desde la capital de España a las Pitiüses. La presencia de la compañía que preside Gonzalo Pascual será meramente testimonial: dos frecuencias semanales. Los viajes Eivissa-Barcelona de esta empresa han pasado, lisa y llanamente, a la historia. Tres cuartos de lo mismo ha ocurrido con Air Europa. La aerolínea propiedad del salmantino Juan José Hidalgo también ha suprimido de golpe y porrazo los vuelos Eivissa-Madrid y los interinsulares. Las medidas contempladas por el Gobierno central, en principio, deberían satisfacer las reclamaciones que ha venido enunciando el Ejecutivo autonómico, preocupado por la situación del transporte aéreo y que esta misma semana aqseguraba, por boca de su propio presidente, Francesc Antich, que «necesitamos respuestas rápìdas». El presidente del Govern aseguraba que las soluciones deben adoptarse «a tres bandas», entre ambas administraciones y las compañías aéreas. Antich ha reclamado la declaración de interés público para los vuelos, la participación en la gestión de los aeropuertos y el incremento de los descuentos para los residentes. (Diario El Mundo-El Día de Baleares, 2/11/01)