La subida de las tasas aeroportuarias en España en un 2 por ciento en 2002, subida que fuera acordada por el Gobierno español costará a Iberia 6.000 millones de pesetas (36 millones de euros), que se sumarán a los 40.000 millones de pesetas (240 millones de euros) que la aerolínea paga anualmente por este concepto, informaron a Europa Press fuentes de la compañía de bandera.
La subida de las tasas aeroportuarias en España en un 2 por ciento en 2002, subida que fuera acordada por el Gobierno español costará a Iberia 6.000 millones de pesetas (36 millones de euros), que se sumarán a los 40.000 millones de pesetas (240 millones de euros) que la aerolínea paga anualmente por este concepto, informaron a Europa Press fuentes de la compañía de bandera. El incremento generalizado del 2 por ciento de las tasas aeroporturarias está recogido en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que contempla un incremento de hasta el 10 por ciento para el caso de las tasas de aproximación. Este aumento, justificado por el Gobierno como consecuencia de las inversiones necesarias para aumentar la seguridad y la calidad de los aeropuertos, es considerado por la compañía como un "déficit" más para sortear la crisis que afecta en la actualidad al sector y que podría hacer que la aerolínea cerrara el ejercicio en números rojos, después de que el grupo terminara el año 2000 con unos beneficios de 33.474 millones de pesetas (201,1 millones de euros). "Hasta el 11 de septiembre la evolución de la compañía era muy buena en un año con muchos problemas, como la huelga de pilotos. Desde esa fecha todas las previsiones han caído", reconocieron las mismas fuentes. Una de las estimaciones que ha sufrido un profundo cambio es la de la demanda, que ha registrado una caída global del 8 por ciento desde los atentados terroristas, con una especial incidencia en el área de business, donde las reservas han disminuido cerca de un 30 por ciento. Esta caída fue especialmente importante en los días posteriores a los atentados, ya que, como consecuencia del cierre del espacio aéreo estadounidense y del pánico a volar, las reservas globales de la aerolínea llegaron a descender en torno a un 30 por ciento. Sin embargo, fuentes de Iberia explicaron que pese a una ligera recuperación de las reservas, en las últimas semanas no se ha producido un incremento de la demanda global, "sino que incluso la tendencia descendente se está acrecentando". Fuentes del sector estiman que la aerolínea podría cerrar el ejercicio con una caída total de la demanda del 8 por ciento, ya que los dos últimos meses del año suelen ser muy flojos en cuanto a reservas. Precisamente, para intentar minimizar los efectos de la crisis del sector, la dirección de Iberia ha puesto en marcha desde el pasado jueves un plan para reducir sus actividades en un 11 por ciento, que incluye otras medidas de índole laboral que podrían afectar a más de 3.000 de los 29.124 trabajadores que prestan servicio en la compañía. En este sentido, la dirección de Iberia ya ha iniciado la negociación con las representaciones laborales de los colectivos de las compañía para afrontar un recorte de plantilla necesario, pero para que no se realice de forma traumática, sino con medidas como bajas incentivadas y colocaciones diferidas.
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