El número de vuelos operados desde México hacia Estados Unidos cayó un 33,3 por ciento desde los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre, mientras que el resto de las rutas internacionales lo hizo en un 11,5 por ciento, según informó el subsecretario mexicano de Comunicaciones, Aarón Dychter.
El número de vuelos operados desde México hacia Estados Unidos cayó un 33,3 por ciento desde los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre, mientras que el resto de las rutas internacionales lo hizo en un 11,5 por ciento, según informó el subsecretario mexicano de Comunicaciones, Aarón Dychter. Esta caída representa unas pérdidas de entre 11.140 y 14.854 millones de pesetas (66,95 y 89,27 millones de euros/60 y 80 millones de dólares) para la aviación mexicana, según anunció Dychter, junto al subsecretario de Hacienda, Agustín Cartens, quienes explicaron las razones de una iniciativa de ley que fue enviada por el Ejecutivo para apoyar el rescate de la aviación mexicana con 19.496 millones de pesetas (117,17 millones de euros/105 millones de dólares). Dychter explicó a los diputados que ya no hay crecimiento en el número de pasajeros sino una disminución del 13 por ciento en los vuelos nacionales y del 29,5 por ciento en las salidas internacionales. "Quisiera darles algunos datos todavía más específicos y aquí me referiré a las dos principales líneas aéreas Aeroméxico y Mexicana", añadió. El más afectado son los tránsitos hacia y desde la frontera con una caída del 24 por ciento; en segundo lugar están los destinos de playa con una caída del 14,8; y el segmento de negocios, con un 7,1", explicó. La propuesta permitiría al Gobierno de Vicente Fox otorgar 20.160 millones de pesetas (121,1 millones de euros/1.000 millones de pesos) a los permisionarios y concesionarios de la aviación, para que cubran el incremento en el coste de la prima de los seguros contra riesgos por responsabilidad civil derivados de los actos de guerra y terrorismo. Por su parte, Cartens dijo que la propuesta tiene el fin de asegurar que los aviones de México sigan volando y si hay un evento terrorista, las líneas aéreas mexicanas tengan este seguro para garantizar el servicio. "Precisamente por la urgencia, por el lugar preponderante que tiene el transporte aéreo en nuestra economía y por las características inusuales y de competencia internacional de una actividad de México, el Gobierno ha dispuesto presentarles esta iniciativa a pesar de la difícil situación de las finanzas públicas actuales", precisó.
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