El presidente del Fomento del Turismo de Mallorca, Miquel Vicens i Ferrer, ha dirigido una dura carta al presidente del Govern balear, Francesc Antich, en la que cuestiona los puntos esenciales de la política de turismo y transporte del Ejecutivo autonómico, acusándole de limitarse «a los juegos florales de cara a la galería».
El presidente del Fomento del Turismo de Mallorca, Miquel Vicens i Ferrer, ha dirigido una dura carta al presidente del Govern balear, Francesc Antich, en la que cuestiona los puntos esenciales de la política de turismo y transporte del Ejecutivo autonómico, acusándole de limitarse «a los juegos florales de cara a la galería». En su carta, Miquel Vicens afirma que el Govern no ha establecido las medidas necesarias para evitar otro colapso por una huelga del transporte; que la «ecotasa» debe suspenderse ante la incertidumbre en el sector turístico y que sigue sin quedar claro que vaya a «congelarse»; que no se han definido las líneas aéreas que deberían declararse de interés público; y que el Ejecutivo ha dejado abandonada durante catorce meses la propuesta de cogestión de los aeropuertos, y que sólo la ha vuelto a plantear aprovechando la crisis actual. El Fomento del Turismo remitió esta carta a Francesc Antich este martes, con motivo de iniciarse, el mismo día, el debate sobre el estado de la comunidad. La junta del Fomento se había reunido el día anterior, el lunes. También se han enviado copias de la misma carta a la presidenta del Consell Insular de Mallorca, Maria Antònia Munar, y al portavoz del Grupo Popular en el Parlament, José María González Ortea. El miércoles, en el curso de su intervención en el debate sobre el estado de la comunidad, González Ortea leyó en público un breve fragmento de la carta, en la que Miquel Vicens acusa al Govern de dejar «empantanada» la reivindicación de cogestionar los aeropuertos de las Islas, que habían empezado a desarrollar el propio Fomento y la Cámara de Comercio. Política turística. El presidente del Fomento del Turismo, en nombre de su Junta Directiva, califica de «acontecimientos negativos para nuestro turismo» tanto la huelga del transporte discrecional como la crisis internacional abierta con los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. A este respecto, Miquel Vicens agradece la iniciativa de Francesc Antich de reunirse con los representantes del sector turístico, para conocer sus opiniones. Sin embargo, Vicens asegura que «estamos perplejos ante la indefinición de la política turística del Govern, cuando tendría que tomar decisiones inaplazables de cara a la próxima temporada 2002». En la conclusión del documento, Miquel Vicens insiste en su «percepción» de que «el Govern no da prioridad a la política turística, sino que se limita a los juegos florales de cara a la galería». La carta especifica que esta crítica no se dirige al conseller de Turisme, sino al propio presidente del Govern. Huelgas. El presidente del Fomento del Turismo, en su carta a Antich, afirma que «no hemos tenido noticia alguna sobre las iniciativas legislativas y reglamentarias que Vos propusisteis para evitar futuros colapsos de aeropuertos», como el que se produjo con la huelga del transporte discrecional, reclamando la «seguridad» de que una situación así «no pueda volver a repetirse». «Por tal motivo», señala, «rogamos al Govern que tome esta iniciativa parlamentaria sin más dilación, porque de no ser así se la pediríamos a los partidos que no forman parte de él» (el Partido Popular, que es el único grupo de la oposición). Interés público. Sobre la declaración de interés público para los vuelos entre las Islas y de éstas con la Península, Vicens se pregunta «qué quiere concretamente el Govern» con esa reivindicación, recordando que al ministro de Fomento ya se le remitió un escrito «pidiendo la congelación de las tasas aeroportuarias mientras dure la crisis del transporte aéreo». El Fomento indica que «hasta ahora no hemos visto ninguna propuesta concreta de relaciones, horarios, capacidades ni costes, ni tan siquiera una postura clara sobre el sistema de subvenciones que el Govern quisiera aplicar». Sugiere que se forme una comisión de especialistas «que defina lo mejor posible estos aspectos», ya que si no el «enemigo madrileño», señala, «os ganará la partida por goleada dialéctica», ya que dispone de «gabinetes de estudio bien dotados». «Entendemos que cuestiones tan importantes no pueden ser tratadas con urgencia y mucho menos con frivolidad. En este sentido lamentamos tener que recordaros que la reivindicación de la gestión de nuestros aeropuertos quedó empantanada tan pronto como el Govern tomó el relevo del Fomento y la Cámara de Comercio en este tema», después de las iniciativas de ambas entidades. La carta acusa al Govern de «silencio absoluto» en esta cuestión, desde el verano de 2000 «hasta que le pareció oportuno sacar el muerto del armario para mezclarlo con la crisis». Vicens se pregunta si «en catorce meses nadie ha tenido tiempo para preparar una propuesta detallada de gestión aeroportuaria compartida». En una cuestión básica sí que están de acuerdo el Fomento del Turismo y el Govern, según recoge Miquel Vicens en su carta: en que frotarse las manos ante la posibilidad de que aumenten los turistas a Baleares, por los problemas políticos en otros destinos, es «temerario, inmoral y frívolo». Se trata de una euforia «temeraria», señala Miquel Vicens, porque «nadie puede garantizar el desvío de turistas hacia las Baleares, inmoral porque no debemos basar el atractivo de nuestras islas en el sufrimiento inmerecido de países competidores por un vandalismo que no les es imputable, y frívola porque cualquier triunfalismo podría atraer la atención de desequilibrados hoy muy abundantes». Sin embargo, para el Fomento también sería «temerario» aceptar la «ecotasa» como «coste diferencial de Baleares respecto a otros destinos, salvo que se pretendiera perjudicar al sector turístico». Según Vicens, «lo último que necesitamos» ante unas «perspectivas inciertas» es «otra polémica sobre la ecotasa en los medios de comunicación de nuestros mercados de origen». «Además», afirma la carta, «es evidente que su cobro a corto plazo será imposible. Ningún hotelero con esperanzas de obtener una sentencia favorable del Tribunal Constitucional», ante el cual está recurrida la ley, «va a liquidar» este impuesto «hasta que aquel dictamine, sobre todo porque iría prácticamente a su cargo gracias al pésimo trabajo técnico de la Conselleria d'Hisenda», señala Miquel Vicens. Recuerda que la decisión sobre la «ecotasa» debería haberse tomado antes de las grandes ferias turísticas, ahora a punto de iniciarse y señala que «comprenderéis nuestro estupor ante el tratamiento dado por el Govern a esta cuestión en las últimas semanas». (Diario El Mundo-El Día de Baleares,9/11/01)
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