Los hoteleros malagueños han invertido en renovar sus establecimientos desde 1994, año en el que acabó la crisis económica que afectó fuertemente al sector turístico durante 1992 y 1993, un total de 48.000 millones de pesetas (288,6 millones de euros), según un estudio elaborado por el Sindicato Provincial de Comercio, Hostelería y Turismo de CC.OO.
Los hoteleros malagueños han invertido en renovar sus establecimientos desde 1994, año en el que acabó la crisis económica que afectó fuertemente al sector turístico durante 1992 y 1993, un total de 48.000 millones de pesetas (288,6 millones de euros), según un estudio elaborado por el Sindicato Provincial de Comercio, Hostelería y Turismo de CC.OO. Según informó a Europa Press su secretario, Gonzalo Fuentes, la inversión media por año ha sido de unos 7.000 millones de pesetas (42 millones de euros), lo que a su juicio prueba que "la mayoría de las empresas explotadoras se han dado cuenta de la necesidad de invertir en las plantas hoteleras". Sin embargo, a pesar de que CC.OO. valora positivamente el esfuerzo realizado por los establecimientos a lo largo de estos años calcula que en la Costa del Sol "aún existe alrededor de un 25 por ciento de plazas hoteleras cuyas instalaciones son muy obsoletas". Por este motivo, desde el sindicato se recomienda a los empresarios que aún no han reformado su planta que presenten expedientes de suspensión por reformas y que inviertan parte de los beneficios en poner sus instalaciones al día. Fuentes también se refirió al caso de Torremolinos, donde su Ayuntamiento, dirigido por el Partido Popular, pretende añadir un 20 por ciento a las camas ya existentes, con lo que las ampliaciones "acaban sirviendo para robarle espacio a las infraestructuras de zonas verde, piscina y aparcamiento". Y es que, a juicio de CC.OO., "las subvenciones deberían dirigirse más hacia la remodelación global que hacia la creación de nuevas plazas, que, en última instancia, repercuten negativamente en la masificación de la Costa del Sol y en la saturación infraestructural". En lo que a este año respecta, un total de siete hoteles de la Costa del Sol han cerrado sus puertas a partir de noviembre, coincidiendo con la temporada baja, para realizar obras de reforma, modernización y ampliación de sus instalaciones valoradas en 4.880 millones de pesetas (29,3 millones de euros). Concretamente, estos establecimientos son el hotel Don Carlos de Marbella, el Parador de Nerja, el Pez Espada de Torremolinos, el Parasol, también en Torremolinos; el Angela y el Florida, ambos en Fuengirola, y el hotel Mijas, ubicado en el municipio que lleva el mismo nombre. El mayor presupuesto para reformas es el del uno de los hoteles más emblemáticos de la Costa del Sol, el Pez Espada de Torremolinos, que cerrará sus puertas durante seis meses, concretamente del 1 de noviembre de 2001 hasta el 30 de abril de 2002, para realizar obras por valor de 1.400 millones de pesetas (8,4 millones de euros) consistentes en construir 100 nuevas habitaciones, lo que hará que tenga un total de 302 habitaciones. El expediente de regulación afecta a 52 trabajadores, en la que será su segunda gran remodelación en sus 42 años de existencia. El hotel Florida de Fuengirola va a destinar 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros) para llevar a cabo una profunda remodelación. Sus instalaciones actuales serán demolidas para construir en su parcela un hotel y un edificio de apartamentos que se renombrará como Residencial Florida. El proyecto básico es hacer un hotel de cuatro estrellas con 150 habitaciones y 5 suites con salas de congresos y exposiciones de diversos tamaños, así como con garaje para 50 coches, gimnasio, sauna y vestuario. Su ejecución durará unos 18 meses, desde el 15 de octubre de 2001 al 15 de abril de 2003, y afecta a 32 trabajadores. Unos 1.000 millones de pesetas (8,4 millones de euros) destinará el hotel Mijas, un establecimiento de cuatro estrellas situado en el casco urbano de este pueblo construido hace 25 años, a ampliar su número de habitaciones de 96 a 2002. El cierre abarcará desde el 1 de noviembre al 30 de abril, y en este periodo se ampliará el actual comedor y se construirá un garaje para 60 vehículos. El expediente afecta a 25 trabajadores que pasarán al desempleo hasta la reapertura del hotel. En cuanto al Parador Nacional de Nerja, que ya cerró el año pasado 6 meses para invertir 350 millones de pesetas (2,1 millón de euros), cerarrá ahora sus instalaciones desde el 5 noviembre hasta Navidad para ampliar 25 habitaciones con un presupuesto de 430 millones (2.584.000 euros), pasando a tener 85 habitaciones. Este expediente afectará a 66 trabajadores. El hotel Don Carlos, de cinco estrellas y ubicado en Marbella, va a cerrar del 21 de noviembre al 27 de enero, viéndose 120 trabajadores afectados, para terminar de acondicionar sus instalaciones y adecuarlas a su categoría. Para ello, invertirá 350 millones de pesetas (2,1 millones de euros) en acondicionar y ampliar los dos restaurantes principales, los salones de congresos y bares. El hotel Angela, situado en el paseo marítimo de Fuengirola, fue construido en 1973 y, desde entonces permanece abierto ininterrumpidamente. Con una inversión de 300 millones (1,8 millones de euros) pretende reformar sus 261 habitaciones, además de las zonas comunes, para lo que necesitará un periodo de seis meses en el que sus 25 trabajadores pasarán al desempleo. Por último, el hotel Parasol de Torremolinos construirá 34 habitaciones más, a las que se sumarán nuevos salones y mejoras generales en su infraestructura. Las obras, que han comenzado en la primera quincena de noviembre, durarán entre 4 y 5 meses, cuentan con un presupuesto de 200 millones (1,2 millón de euros), afectarán a 32 trabajadores y la dirección estudia pedir el cambio de categoría a cuatro estrellas después de realizarlas.
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