Bruselas estudia lanzar una campaña de información turística para promover Europa como destino seguro para hacer frente a la crisis que está viviendo este sector debido a la caída de la economía y al clima social creado por los atentados del 11 de septiembre.
Bruselas estudia lanzar una campaña de información turística para promover Europa como destino seguro para hacer frente a la crisis que está viviendo este sector debido a la caída de la economía y al clima social creado por los atentados del 11 de septiembre.La idea de lanzar una campaña de este tipo desde la Comisión Europea fue presentada ayer en el Consejo de Mercado Interior, Consumo y Turismo celebrado en Bruselas por el secretario de Estado de Turismo francés, Jacques Brunhes, pero se trata de una reclamación del propio sector con el fin de restablecer la confianza de los ciudadanos. Por su parte, el secretario general de Turismo de España, Juan José Güemes, destacó que en 2001 esta actividad económica crecerá un 1,5 por ciento, una de las cifras más bajas de las últimas décadas. Por este motivo, avanzó a sus colegas europeos que durante la próxima presidencia de turno de la Unión España promoverá una política integradora de las acciones relacionadas con el turismo tales como el transporte, la fiscalidad, el medio ambiente, etc., ya que el turismo no es una política comunitaria como tal, pero se ve influida por otras muchas áreas de decisión. Esta cuestión es precisamente el problema al que se enfrenta ahora el Ejecutivo europeo para lanzar la campaña turística europea. "Simpatizamos con esta idea pero tenemos que analizar el presupuesto porque no tenemos competencias directas sobre el turismo", explicó el portavoz de Empresas, Per Haugaard. Güemes defendió, asimismo, una armonización de los sistemas de información porque actualmente existen importantes diferencias sobre estadísticas que impiden tener datos globales de turismo en Europa. Por su parte, el representante de Francia - primer destino de Europa-aseguró que su gobierno está estudiando medidas extraordinarias para favorecer a su industria turística, tales como las que se tomaron tras el naufragio del petrolero Erika o las tormentas que asolaron algunas zonas del país el año pasado. Con el fin de proteger a sus agencias de viajes y turoperadores, que están registrando problemas de tesorería con motivo de la caída de las reservas, Francia podría aplicar medidas fiscales y sociales de carácter temporal. Preguntado por las dificultades que este tipo de ayudas de Estado pueden tener frente al derecho comunitario, Brunhes aseguró que el hecho de que el turismo no sea política comunitaria podría evitar posibles problemas. El comisario europeo de Empresa y Sociedad de la Información, Erkki Liikanen, presentó a los ministros un informe sobre el impacto desigual de la situación internacional sobre el turismo en la UE, y una comunicación en la que propone un nuevo enfoque de cooperación entre todos los actores del sector turístico, para potenciar su competitividad. Según los expertos de la Comisión Europea, las actividades turísticas que más sufrirán las consecuencias de la situación internacional serán los hoteles de lujo y el turismo de negocios, congresos e incentivos, y por lo tanto, las grandes ciudades, principal destino de este segmento, así como los cruceros, una modalidad de viaje muy popular entre los estadounidenses. El informe señala que se observa "un miedo manifiesto a viajar" entre los ciudadanos de Estados Unidos, Japón y Orientre Próximo, una categoría de turista que suele gastar bastante dinero en su destino. Tras el 11 de septiembre se han registrado "anulaciones sustanciales", de modo que las llegadas de viajeros de estas zonas se ha reducido un 30 por ciento, incluso más en Reino Unido e Irlanda. Bruselas estima que esta situación se prolongará durante toda la temporada de vacaciones de invierno, periodo para el que las previsiones son "muy pesimistas" para el turismo de negocios y de ocio, y así será también para el sector hotelero. En concreto, la tasa de ocupación en destinos urbanos de varios países ha caído un 20, e incluso un 30 por ciento, y no se espera una nueva evolución positiva hasta el segundo trimestre de 2002, siempre suponiendo que no haya nuevos atentados. La Comisión considera que la situación perjudicará también al empleo del sector. Los turoperadores y agencias de viajes también se han visto afectados. Tras el 11 de septiembre, las agencias registraron numerosas cancelaciones de billetes de avión. La venta de billetes supone un 40 por ciento de la cifra de negocios de las agencias. Otros segmentos del turismo también sufrirán pérdidas: los parques de ocio, según la Comisión, registrarán un descenso en sus visitas de hasta el 30 por ciento, y las compañías de alquiler de coches se verán afectadas por el descenso del turismo de negocios, y no es probable que el alquiler de coches en las estaciones de tren compense la reducción de actividad en los aeropuertos, ya que el transporte ferroviario mueve muchos menos pasajeros.
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