La Organización Internacional del Transporte Aéreo (IATA) junto con las asociaciones europea e internacional de agencias de viajes (Ectaa y Uftaa) se proponen crear un fondo que garantice el cese de operaciones de las aerolíneas. Los recursos procederían de una nueva tasa de 0,45 dólares que se cobraría sobre un volumen mínimo de 120 millones de billetes emitidos, lo que generaría un importe de 54 millones de dólares (10.216 millones de pesetas, 61,4 millones de euros).
La Organización Internacional del Transporte Aéreo (IATA) junto con las asociaciones europea e internacional de agencias de viajes (Ectaa y Uftaa) se proponen crear un fondo que garantice el cese de operaciones de las aerolíneas. Los recursos procederían de una nueva tasa de 0,45 dólares que se cobraría sobre un volumen mínimo de 120 millones de billetes emitidos, lo que generaría un importe de 54 millones de dólares (10.216 millones de pesetas, 61,4 millones de euros). La administración de ese fondo la haría una "empresa instrumental y de decisión, sin ánimo de lucro, que se constituirá" próximamente, según un documento de trabajo fechado en septiembre pasado y que ha elaborado IATA. Dicha sociedad estaría participada en un 50% por la organización aérea y el resto se lo repartirían a partes iguales las dos asociaciones de las agencias de viajes, la europea y la mundial. El proyecto, que actualmente está siendo debatido -por lo que podría ser modificado-, consiste en un fondo cuyos recursos procederían de una tasa de nueva creación de 0,45 dólares por billete emitido. Según el documento de trabajo, esa tasa se repercutiría en un mínimo de 120 millones de billetes anuales, por lo que sumaría un fondo de 54 millones de dólares (10.216 millones de pesetas, 61,4 millones de euros). Estos "criterios financieros y garantías" se mantendrían durante el primer año de funcionamiento del sistema. En el documento se establece que "se revisarán los criterios financieros para ser aplicados en el segundo año". La propuesta se produce en un momento especialmente sensible para el transporte aéreo, ya que en el último mes han presentado suspensión de pagos y quiebra dos compañías aéreas europeas: Swissair y Sabena. Fuentes del sector recuerdan que hasta ese momento "cuando una compañía suspendía sus vuelos, el resto de las competidoras se hacía cargo de los pasajeros que se quedaban en tierra, pero eso no ocurrió en el caso de Swissair, lo que produjo graves problemas". La provisión que el sector debate actualmente poner en marcha serviría para que "las agencias de viajes y compañías aéreas queden protegidas en caso de quiebra, suspensión de pagos default [incumplimiento de pago] de compañías aéreas y agencias de viaje, respectivamente", según se indica en el documento. Esta última parte es la más conflictiva, ya que las agencias de viajes españolas, por ejemplo, ya cuentan con un fondo específico que se destina a esa circunstancia, por lo que, a priori, cuenta con la oposición de esas empresas, según han asegurado fuentes del sector. Además, según se indica en el documento, los fondos servirían también para "proteger al pasajero en el caso de default [incumplimiento de pago] de los agentes de viajes o de la compañía aérea". La cobertura máxima sería de 200 millones de dólares al año (37.836 millones de pesetas, 227,4 millones de euros), mientras que en el caso de las agencias de viajes el límite sería de 75 millones de dólares al año. Los promotores de la iniciativa indican que ésta deberá ser aprobada por el Consejo Conjunto del Programa de Agencias (APJC, según sus siglas en inglés) y, posteriormente, por dos tercios de las aerolíneas adheridas al sistema de liquidación de billetes de avión BSP. (Gabriel Domínguez, diario Cinco Días, 27/11/01)
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