La locomotora ha frenado, aunque, de momento, no ha dejado de funcionar. El turismo pierde velocidad de crucero en Barcelona, pero el balance del 2001, en números absolutos entre enero y octubre, indica que el gran negocio de la ciudad mantiene un curso ascendente a pesar del tremendo impacto registrado tras el atentado contra el Pentágono y las Torres Gemelas. El crecimiento es de un 2,8% en relación al mismo periodo del 2000. Es decir, que, según datos del consorcio Turisme de Barcelona, de 2.754.547 visitantes se ha pasado a 2.832.976.
La locomotora ha frenado, aunque, de momento, no ha dejado de funcionar. El turismo pierde velocidad de crucero en Barcelona, pero el balance del 2001, en números absolutos entre enero y octubre, indica que el gran negocio de la ciudad mantiene un curso ascendente a pesar del tremendo impacto registrado tras el atentado contra el Pentágono y las Torres Gemelas. El crecimiento es de un 2,8% en relación al mismo periodo del 2000. Es decir, que, según datos del consorcio Turisme de Barcelona, de 2.754.547 visitantes se ha pasado a 2.832.976. La previsión de crecimiento era bastante superior, puesto que se cuantificó en 3.229.000 la cifra de turistas que pasaría por la ciudad este año. La desaceleración económica ya apuntó durante el verano una caída en las previsiones. Los atentados del 11 de septiembre han acabado de hundir las prospecciones y han dejado el crecimiento turístico en el nivel más bajo de los últimos cuatro cursos. De hecho, la información oficial muestra por primera vez un balance negativo -menos 0,2%- al comparar el periodo septiembre-octubre del 2000 (567.110 turistas) con el mismo periodo de este año: 565.998 visitantes. La diferencia en número de pernoctaciones todavía es superior (menos 0,8%, de 1.437.900 a 1.426.737). La estancia media en estos dos meses también ha ido en descenso. El hecho de que todavía haya un balance positivo en el global de los diez meses se debe, subrayaron fuentes oficiales, al buen nivel turístico que se mantuvo durante el primer semestre. Así, ni siquiera el martes negro ha logrado que baje el número global de pernoctaciones, que ha pasado de los 6.679.543 en el 2000 a 6.774.759 en lo que va de año. Donde se confirma el descenso general es en la estancia media de los visitantes en la ciudad (de 2,42 a 2,39, esto es, un 1,4% menos). Sin embargo, en Turisme de Barcelona, después de todo, se dan por satisfechos. El mismo Joan Gaspart, presidente de este consorcio -formado por la Cambra de Comerç y el Ayuntamiento-, ha reconocido públicamente que este curso ya se ha salvado y que ahora toca centrarse en el próximo, donde las cosas no se presentan tan fáciles tras una época de vacas gordas. Por esto, la ciudad se promocionará como destino gastronómico o como centro sanitario de calidad.
Y luego está la celebración del año Gaudí. Esta misma semana, con el tercer teniente de alcalde, Jordi Portabella, al frente, se está promocionando este evento en Japón. (Francesc Peirón, diario La Vanguardia,28/11/2001)
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