El presidente de Extremadura subraya el extraordinario impulso del turismo extremeño en los últimos 10 años y su visión de futuro

El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha destacado "el extraordinario impulso" sufrido por el turismo regional en los últimos diez años, en los que las plazas hoteleras han pasado de 14.000 a 28.000, de las que 3.000 son de alta calidad, y añadió que el sector supone ya "un importante tirón" para la economía de la comunidad autonómica. Así lo manifestó el miércoles durante la inauguración del hotel Meliá Trujillo, ubicado en un antiguo convento, con 77 habitaciones de alta categoría, y todos los servicios propios de un cuatro estrellas, a la que asistieron además otros miembros del gobierno regional, el presidente de la Diputación de Cáceres, Antonio Caperote, el alcalde de Trujillo, José Antonio Redondo y el vicepresidente de Sol Meliá, Sebastián Escarrer. Destacó que en Extremadura hay un 8 por ciento de la población activa que vive del turismo y que espera que la cifra siga en aumento, ya que, como comentó durante el discurso, la comunidad "tienen muchas expectativas y posibilidades" en esta dirección. Ibarra dijo que los extremeños han tomado conciencia de la importancia del sector y sus perspectivas. El presidente recordó que Extremadura apuesta por un turismo de calidad, como así lo demuestra el hotel que abre sus puertas, y añadió que, pese a lo que pueda parecer, los establecimientos turísticos de alto standing de la región tienen una ocupación media de un 60 por ciento, por encima de la media nacional. Rodríguez Ibarra señaló que este hotel se enmarca dentro del convenio al que llegaron la Junta y Sol Meliá, en septiembre del 99, para la creación de varias instalaciones de calidad en la comunidad y subrayó que este acuerdo ha supuesto "un antes y un después en el turismo regional". En este línea, añadió que dentro de poco se abrirá también el de Mérida. El dirigente indicó que el asentamiento de grandes cadenas de hoteles en la región supone un paso hacía delante, ya que indica que las empresas de envergadura se han dado cuenta de las posibilidades que brinda Extremadura, con un importante patrimonio histórico y natural. El hotel inaugurado en Trujillo, en Cáceres, se ubica en lo que era el viejo convento de San Antonio, en unas condiciones ruinosas, y que ha sido mejorado y rehabilitado en su totalidad, eso sí, conservando los elementos de antigüedad e históricos que posee. Como dijo el vicepresidente de la cadena es un hotel "lujoso en donde se respira un aire muy especial".