La Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA) ha designado a Leo van Wijk, que hasta ahora ocupaba el puesto de presidente y consejero delegado de la compañía aérea holandesa KLM, nuevo presidente de AEA en sustitución de Jean-Ciryl Spinetta, presidente de Air France, según revelaron fuentes de esta asociación.
La Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA) ha designado a Leo van Wijk, que hasta ahora ocupaba el puesto de presidente y consejero delegado de la compañía aérea holandesa KLM, nuevo presidente de AEA en sustitución de Jean-Ciryl Spinetta, presidente de Air France, según revelaron fuentes de esta asociación. Leo van Wijk ha desarrollado toda su carrera en KLM, en la que entró a trabajar en 1971. Wijk empezó a trabajar en los departamentos de Carga, Servicios Comerciales, Marketing y Desarrollo Corporativo antes de ser nombrado presidente y consejero delegado de la aerolínea en 1997. "El nuevo presidente de AEA tomará posesión de su cargo en un período en el que la industria aérea en Europa atraviesa un momento crítico después del impacto de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos", explicaron. "AEA también ha registrado cambios como consecuencia de estos incidentes, muchos de los cuales se reflejarán en 2002", añadieron. "Las aerolíneas, incluidas las que integran AEA, han alcanzado pérdidas masivas al haber registrado un descenso sustancial de la demanda y al haber visto cómo sus costes externos se han incrementado considerablemente desde los atentados del 11-S", explicó van Wijk, quien agregó que después de que hayan pasado más de tres meses desde los ataques terroristas en Nueva York y Washington, el tráfico aéreo se encuentra entre un 15 y un 20 por ciento por debajo del nivel alcanzado en el mismo período de 2000. Los costes también se han incrementado "drásticamente", sobre todo, los relacionados con las medidas de seguridad que todas las compañías aéreas han puesto en marcha y por el aumento de las primas de seguro a raíz de los atentados. En relación al control del tráfico aéreo, el nuevo presidente de AEA comentó que, para hacer frente al descenso del nivel de tráfico aéreo, muchos sistemas nacionales han incrementado las tasas aéreas. "Alemania, Suiza y Francia han subido sus tasas más del 10 por ciento en 2002 y Bélgica, un 28 por ciento más", añadieron. "La mayoría de los costes extras de las aerolíneas se han trasladado directamente a los usuarios, lo que es lógico porque las compañías tienen la obligación de garantizar su seguridad y su satisfacción", señaló. Por otra parte, van Wijk también afirmó que es necesario un anteproyecto sobre un sistema de transporte aéreo europeo sostenido. "El Libro Blanco del Transporte es un buen comienzo ya que subraya la importancia del crecimiento sostenido en la capacidad aeroportuaria, la capacidad del espacio aéreo, la seguridad y el medioambiente", afirmó. En el programa de trabajo de AEA para 2002 se tratarán temas como los slots en los diferentes aeropuertos, una cuestión clave para la industria aérea comercial que se encuentra ante el Parlamento Europeo o la iniciativa del 'cielo único europeo', comentó van Wijk. Asimismo, se debatirán la evolución en el desarrollo de aviones más respetuosos con el medio ambiente, según la normativa de la Unión Europea o la cuestión de los derechos de los pasajeros en el transporte aéreo, concluyó.
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